Alejandro Francisco Molle (1)
Quizás resulte extraño (por lo reiterativo que he sido), sin embargo soy de los que piensa que preocuparse –o, mejor dicho, ocuparse – del porvenir de la ciudad y partido que nos vio nacer, merece esta y otras muchas notas más. Veo, a tal, como algo no suficientemente valorado o sólo de disputas altisonantes como cuando pudo llegar a establecerse aquella fábrica ETA (de explosivos para la explotación petrolera), o el de un hipermercado. Si tan sólo nos limitáramos a hechos muy puntuales, estamos fritos, sin porvenir. Nos autoestafamos y estafamos a quienes nos hereden como mercedinos.
Tras la crísis de los años iniciales del siglo XXI, en los últimos tiempos ha comenzado a hablarse de la necesidad del diseño de políticas de estado, medidas, compromisos, propósitos o definiciones perdurables en el tiempo más allá de un cuatrienio de gobierno. Un derrotero común en temas de gravitación colectiva.
Veamos un ejemplo. Durante la administración municipal del dirigente del Conservadorismo, don Francisco Ferrer (1936-1940) –calificado por el arquitecto Juan José Marín (jefe comunal por la UCR)- “como uno de los mejores Intendentes de la ciudad”, Ferrer lanzó una propuesta: el ensanche de la avenida 29 de 16 a 8. ¿Cuántos años han transcurrido sin haberse podido revertir el cuello de botella que todavía persiste?. Si, por caso, dentro de tan extenso lapso su hubiese destinado en el presupuesto municipal una partida anual para el pago de la expropiaciones, el cuello de marras no existiría.
Fijar prioridades es una materia pendiente y para remedio de ello estamos ante una proximidad electoral, en la que bien podrían acordarse. Desde “Unidad y Lealtad” invitamos a ello, a sentarnos y consensuar.
En la campaña electoral de 1991 el por entonces candidato a Intendente municipal, Dr. Juan Antonio Portesi, hablaba de la necesidad del recambio de la red de cañerías de agua corriente, cloacales y pluviales del microcentro por ser obsoletas. No fue escuchado. Desde 1991 a hoy dentro del área mencionada ha visto el incremento demográfico y edilicio por la construcción de edificios en propiedad horizontal y si a los existentes le sumamos el que acaba de anunciarse como Edificio París en 26, entre 23 y 25, las redes van a explotar y el desobturador municipal terminará quedando estacionado sobre la calle 25.
Otro tema de indudable importancia es el rediseño de la zonificación territorial. ¿Hacia donde debe expandirse Mercedes?.
También deberá tenerse en cuenta los terrenos ferroviarios. No hay que andar con vueltas; hay que “manotearlos” como hizo el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, con los predios de vías anterior y posterior de la estación San Luis del ex ferrocarril San Martín, actualmente inactivo. De similar modo y sin sonrojarse debería actuarse con los de La Trocha, de 15 a 29, parquizarlos, iluminarlos, al igual de lo que hizo en Trenque Lauquen mi amigo el extinto Intendente Municipal Jorge Barrachia en el predio de la estación del Sarmiento.
Pendiente está, también, la perforación de nuevos pozos de agua corriente, porque en algunos barrios –como en La Trocha en donde la escasez es notoria- con razón los vecinos así lo manifestaron en una reunión de trabajo.
No importa quien gane en octubre porque si entre todos los concurrentes de cabezas de listas o de agrupaciones suscriben el CONSENSO DE MERCEDES el camino estará allanado.
De las charlas que me animo a proponer saldrán otros temas sobre los que podrá encarar –con el decidido apoyo político de todos los sectores- el jefe comunal que resulte electo.
El autor es secretario adjunto de la Agrupación Justicialista “Unidad y Lealtad”.