Proyecto Sur da a conocer la opinión de Alcira Argumedo en relación a la denominada «calidad del voto»
Expresiones relacionadas con la calidad de voto
Por Alcira Argumedo
El gran estratega prusiano Carl Von Claussewitz afirmaba que la mejor defensa es el ataque. Sin duda -tal vez ignorándolo- ciertos programas y medios del amigopolio K junto a otros comentaristas, manifestaron un escándalo moral ante las declaraciones de Pino Solanas acerca de la calidad del voto en las provincias pobres; podríamos decir feudales, aunque el problema no se da solamente en ellas. Vayamos a algunos ejemplos: nuestros compañeros en Salta no pudieron afiliarse a Proyecto Sur porque ello suponía renunciar a su afiliación al PJ, que es una condición para recibir planes sociales. El estricto control ejercido hacia quienes tienen conculcado, entre otros el subsidio a desocupados -como un derecho que les pertenece en tanto ciudadanos argentinos- deja en manos de las organizaciones que se los otorgan un aberrante instrumento de presión para orientar las conductas políticas de los beneficiarios. Basta escuchar los relatos de esos supuestos beneficiarios para saber de qué estamos hablando. Las denuncias públicas sobre los manejos con el voto de comunidades o pueblos originarios en Formosa, dieron a conocer el mecanismo por el cual el día de las elecciones se les retira el DNI y más tarde se lo devuelven con el sello que indica la libre emisión de su sufragio.
Pero las presiones clientelares no se ejercitan solamente en tales provincias. A diferencia de la relación de otras fuerzas políticas con sus bases populares, en Rosario el primer candidato a Concejal de Proyecto Sur es Gustavo Yedro: un dirigente villero que fuera un pibe chorro drogadicto y conoció la cárcel; al salir terminó la escuela primaria y secundaria -tuve el honor de asistir a su graduación-ingresó a la universidad y también se convirtió en un lúcido referente social. Dos o tres experiencias de Gustavo dan claves para completar el cuadro acerca de “la calidad del voto” que escandalizara a los kirchneristas. Por una parte, a causa de haber hecho más de doscientas afiliaciones en su villa -que suponían la desafiliación al PJ- recibió el consabido apriete:”Te dejás de joder con Proyecto Sur o te sacamos el subsidio”. Luego de reunirse con sus compañeros la respuesta fue:”No nos van a quebrar la dignidad, estamos con Pino y con Proyecto Sur; ustedes hagan lo que quieran”: les sacaron el subsidio para talleres de recuperación de jóvenes con adicciones. Por otra, al enterarse de su designación, miembros de base del Movimiento Evita lo llamaron:”Al fin uno de los nuestros; todos te vamos a votar porque estamos hartos de que nos lleven como ovejas a votar a hijos de puta que ponen en las listas. En la interna tenemos que participar porque necesitamos los planes; pero en el cuarto oscuro te votamos a vos”: son ecos de esa astucia popular que conocimos en la Resistencia
Peronista. Por eso desafiamos a los escandalizados comentaristas K -en particular al deslumbrante programa oficialista 6,7,8- a que desmientan estos ejemplos, que no son los únicos: las “invitaciones” a concurrir apasionadamente a marchas de apoyo político no le van a la zaga. El amplio ataque contra las declaraciones de Solanas es tal vez su mejor defensa para silenciar estos atentados contra la dignidad de quienes se encuentran en condiciones de pobreza o indigencia: ¿a cuántos de entre ellos les han reconocido su capacidad para ser candidatos?