Monseñor Agustín Radrizzani, Arzobispo de Mercedes-Lujan, presidió ayer en la Catedral Basílica la celebración de la Santa Misa Crismal con la participación de la totalidad de los Sacerdotes que las diferentes localidades que integran la jurisdicción del Arzobispado local.
A lo largo de la celebración se explicó que el miércoles Santo es el día en que al celebrarse la Santa Misa Crismal, el obispo lo hace con todos los sacerdotes en una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal y signo de la unión estrecha entre los prelados y el Obispo.
En ella se consagra el Santo Crisma y se bendicen el óleo de los catecúmenos y el óleo de los enfermos que será distribuido en todas las iglesias de la Arquidiócesis para ser utilizado durante todo el año.
En un párrafo de su Homilía, Monseñor Agustín Radrizzani pidió especialmente por todos los sacerdotes pertenecientes a la Arquidiócesis que por razones de edad o de enfermedad se encuentran imposibilitados de continuar con la misión pastoral que realizaban citando entre ellos a quien fuera el Párroco de San José, Padre José Luis Francescutti quién se encuentra muy próximo a celebrar sus setenta años de ordenación sacerdotal.
Luego agregó “en esta Iglesia Catedral, sede del Obispo, sucesor de los Apóstoles de donde proviene el sacerdocio de segundo grado es decir aquel que lo configura con Cristo cabeza de la Iglesia y se constituye en colaborador en el orden episcopal.
Juntos llevamos adelante el mandato de Jesús y hacerlo presente en el mundo y darlo a conocer hasta en los confines de la tierra.
Hoy agradecemos el Don de la Unidad y pedimos al buen Pastor poder crecer cada día más en ella.
También en esta celebración bendecimos los Óleos que serán utilizados durante todo el año para la unción de los catecúmenos y de los enfermos además de consagrar el Santo Crisma que manifiesta el sello de pertenecía a Cristo en el bautismo, confirmación o en el orden sagrado.
Desde aquí como desde una fuente sobreabundante los Óleos saldrán para ser llevados a cada Parroquia de la Arquidiócesis por manos de sus Párrocos quienes distribuirán las acciones salvadoras de Cristo en los distintos sacramentos con los que se santifique nuestro Pueblo”.
Quisiera confirmar si ese Padre Francescutti que mencionan,cuando joven era aficionado al motociclismo. Si así fuera,hemos sido compañeros allá por los años 60 más o menos.