Por Sebastian Varceló
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Los políticos locales siguen caminando tras el voto de los ciudadanos. Lógico, empezó la recta final a octubre.
Cada partido intenta desarrollar lo que tiene a su mano para llegar al electorado donde ciertamente hay algunas con mayores chances y recursos que otros aunque torpe sería no tener presente todo el abanico pues cada voto vale tanto para un partido como para la especulación general.
Hace unos días leía en estas páginas un acontecimiento muy extraño para el contexto actual. El concejal que había anunciado estaba cercano a Selva y ahora dice se encuentra afín al Frente Mercedino para la Victoria, Pablo Banchero, llevó adelante una suerte de jornada en pos de apuntar en el cuaderno de almacén las necesidades de los mercedinos para luego hacerlas llegar al Ministerio de Desarrollo Social. Inédito: lo hizo en el Concejo Deliberante. Tal situación genera una exposición sin sentido del ciudadano debiendo mostrar que es un sujeto necesitado. El supuesto relevamiento, además, lo llevó a cabo desde la comodidad del edificio del Palacio Municipal sin arrimarse barrio para conocer en profundidad la situación. Algunos piensan que era la forma de lograr una puesta en escena a costa de los más necesitados. Las circunstancias fueron realmente propias de un film. Mujeres, bebés y niños haciendo cola en el espacio del Concejo Deliberante para ser censados por un concejal bajo el alegado de haber sido un mandato ministerial.
Carlos Selva es otro que está en campaña. Lo está sin mencionarla y centrada en su gestión. Anuncia diversas actividades, obras o reuniones en especial provistas por la provincia. Allí está su eje de anclaje en este momento. Ante los movimientos realizados por el Frente Mercedino desde el espacio Nacional Selva encontró un camino para continuar moviendo aspectos de gestión municipal en la “pata provincial”. No se puede negar supo moverse. Anunció hace poco obras en Tomás Jofré y Gowland. Ahí una diferenciación. EL discurso de Selva hace fuerza en la cotidianeidad.
Melo ha salido a disparar con munición gruesa. Acusó al Frente de no ser oficialistas a partir de contar en sus filas con personalidades del pasado gioscista y menemista. Ya recogieron el guante algunos de los mencionados. Le endilgan a Melo haberse movido con la hoy desaparecida “Posta” a favor del viento habiendo recibido aportes publicitarios importantes. Eso es todo. Ahí se quedó. Muestra cierta pobreza. Melo les lanzó con política y hechos concretos. Ellos también, sin embargo, desde una chicana del pasado. Nada han podido decir de su actual gestión que sin duda tiene puntos para analizar. Deberían hacerlo ya que siempre que se posa la mirada algo se encuentra. Repito algo que dijimos hace un tiempo, de los funcionarios, es el que se desmarca.
La Coalición Cívica presentó los candidatos a concejales. Algunas caras conocidas, otras no tanto, pero si todas encolumnadas en la candidatura de Cestari – Carrió. Algo no deja de sorprendernos de esta fuerza. A nivel local son respetables, coherentes y racionales siendo algo que no se repite a nivel nacional. Elisa Carrió no cesa con su discurso apocalíptico, mesiánico y extremista. Difícil situación para los locales que deben cargar con esa imagen ante la sociedad. Tal vez no les preocupe, tal vez lo compartan, lo real es que con el famoso eslogan de la ética y la honestidad no alcanza. Carrio dejó de ser para muchos un aporte. La Coalición Cívica Ari cuenta con personas que son ampliamente más que su fuerza nacional. Ahora hay que ver si se traduce en las urnas.
Casa Joven era uno de los espacios más prometedores en la ciudad. Era racionalmente crítico del ejecutivo local y se movía brillantemente a nivel nacional y provincial aportando actos concretos a la ciudad como el famoso y exitoso “Café Cultura Nación” y las acciones solidarias en escuelas mercedinas. Un local con movimiento y un mural que marcó un momento. No es un dato menor. Todo ese brillo empieza a apagarse. El ingreso al Frente Mercedino para la Victoria comenzó a corroerle la identidad, el discurso y la proyección. No quedan dudas se trata de una típica situación de cooptación. La encrucijada de Casa Joven no es menor. Está perdiendo lugar en los medios como sector autónomo y no logra despegar como el único integrante con fuerza genuina que tiene el Frente pues los demás son meros sellos o personalismos sin aportes más allá de la foto.
Entre el selvismo y el Frente hay una diferencia. Uno apunta fuerte a lo concreto. El otro no tiene opción y va tras lo simbólico. Lo primero gana elecciones. Lo segundo no. Digan lo que digan aún el Frente tiene que mostrar más sobre qué hará con la ciudad y menos el efectismo de las bajadas nacionales. Con voluntad y titulares no alcanza ni alcanzará. El mérito grande hasta el momento es que cuenta en sus huestes a la mayoría de la juventud local que se expresa políticamente, cosa que Selva ni bajo sospecha. Además se convirtió en la gran opositora. El resto es más de lo mismo. Tradicionalmente oposición, de manual diríamos. El Frente le disputa el terreno político a Selva, ese ámbito que nadie más logró hasta el momento donde muchos hablan de las falencias de su gestión, pero, en espacio de poder genuino, no hacen mella. Ahí el Frente hizo pie al penetrar el cuestionamiento político en sí.
Los rumores por la ciudad son muchos. Cada día más. Lo concreto es que todavía falta. El Frente sigue empecinado en pasar la ambulancia y mostrar a Perazzo en lugar de vanguardiar con los jóvenes confiando en que los titulares darán una victoria. Selva con los que hace ocho años lo acompañan en lugar de jugar con caras frescas, que muchas no tiene, por cierto, reducidas a dedos de una mano.
La UCR no tiene mucho para decir, culpusa, diría Sarlo, de un pasado que no logra dejar al costado sin poder proyectar dirigentes con presencia fuerte en la comunidad. Dos artículos atrás nos lamentábamos de la ausencia de Pancho Torres, un político que la jugó con la más fea y continúa aún siendo en la sociedad un hombre ampliamente respetado.
Benítez es uno que sabe moverse. Camina por donde se debe. Se muestra y actúa rápido. Así y todo no es amenaza pues, si lo fuese, le empezarían a lanzar “carpetazos” de un pasado gioscista, cosa que no ha sucedido. Eso muestra que no llega a incomodar al poder como lo hace el Frente que sí recibe respuestas. Eso marca. Si te responden es porque te observan.
Por cierto. La foto de los camporistas con el gobernador en un acto días atrás no mostró preocupación en el selvismo que se siente a sus anchas aunque dio para la especulación. Algunos sostienen que es una señal de que Selva no tiene la exclusiva con el gobierno provincial y el Frente está muy bien posicionado. La otra que circula es que Cristina no iría a la reelección y Scioli tomaría ese lugar ante lo cual, ni lerdos ni perezosos, los jóvenes camporistas dieron un presente marcando la cancha. También está el corrillo de que aprovecharon los integrantes del Frente para hablar a solas con el gobernador solicitándole más apoyo o menos aire a Selva. Imposible de saber con total certeza.
Uno que parece querer no perderse el contexto sería Gustavo Torriglia. No tiene cabida en el selvismo más allá de las versiones que dicen él mismo habría hecho circular. Lo real es que desde el gobierno nacional le darían aire nuevamente en épocas en que todo suma y le restituirían tareas en el espacio cooperativo. Una buena por él y los trabajadores.
Los naipes políticos siguen en la mesa. El juego continúa.
Es llamativo el hecho de que el autor en todo momento habla de los TODOS los candidatos a intendentes de la ciudad, y en ningún momento expresa el nombre de Ustarroz. En vez de ello, hace referencia al frente para la victoria. Dos son la opciones posibles, una que el redactor crea que ya es innecesario nominar a Ustarroz, por su centralidad o notoriedad, o todo lo contrario, que su figura se pierde dentro del FMpV, y asimismo tampoco es necesario nombrarlo. Pero se me ocurre una tercera, y sería una tendenciosa forma de ocultar algo inocultable: Que ningún candidato ha logrado llamar tanto la atención de mercedes como él, y eso debe esconderse. Por favor señor redactor, informe como se debe.