Por César Lalla
Después del tributo a Charly y el año pasado a Cerati, esta vez será el tributo al Carpo. La convocatoria superó las estadísticas, y se presentaron una treintena de bandas y acá empezamos a resbalar.
Ante tanta oferta se decide una salida salomónica “sorteo”. Y al que le toca, le toca.
En el bote salvavidas hay lugar para la mitad, y el resto de las bandas al
Naufragio; en estos momentos que en las campañas políticas se gastan millones el estado decide rifar tan buena iniciativa, abandonando a gran grupo de ciudadanos.
En cualquier caso no importa la edad, músicos, vecinos, estudiantes, laburantes que la reman, quedan a fuera.Esto no es inclusión, es discriminación.
Seguramente… todavía estamos “a tempo” para solucionar esta injusticia y… QUE SEA ROCK!!!