Los «Mártires de la Masacre de los Palotinos», asesinados hace 35 años durante la última dictadura militar, fueron recordados durante una misa y un acto que se realizó en la Parroquia San Patricio de Belgrano.
Además de honrar la memoria de los sacerdotes Alfredo Leaden, Pedro Dufau, Alfredo Kelly y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barbeito, hubo también otro especial homenaje al fallecido periodista Eduardo Kimel, quien impulsó la eliminación de las calumnias e injurias a partir de su condena por investigar esta masacre que lo llevó a publicar la obra «La Masacre de San Patricio».
Ante la presencia del secretario de Culto, Guillermo Olivieri; el subsecretario General de la Presidencia, Gustavo López; los legisladores porteños Aníbal Ibarra y Gonzalo Ruanova; el rabino Daniel Goldman; el vicecanciller Alberto D`alotto y Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora; el sacerdote palotino Mariano Pinasco brindó el discurso más político de la jornada religiosa.
«Es un deber salir de las cavernas y salir a anunciar, ya sin miedos ni temores, que somos testigos de algo. Que tenemos un mensaje, un tesoro para compartir y repartir. Recordemos la parábola de los talentos, no los enterremos», subrayó.
«La poderosa fuerza criminal del terrorismo de Estado pensó que había triunfado y los primeros tiempos fueron de horror y desesperanza, hoy sabemos que no. Que en esa esperanza que tenemos van a brotar frutos y continuarán brotando», aseguró Pinasco, quien conoció personalmente a los sacerdotes y seminaristas asesinados en 1976.
Y agregó que «este amor provocado en la historia, se abra paso a través de las tinieblas para convertirse en antorchas que iluminen la vida llenándola de esperanzas», mientras que pidió «rescatar la verdad oprimida por la injusticia» y recordó que «todos los martirios que hemos vivido en nuestra Patria han sido inseparablemente asesinatos o brutales violaciones».
«Todos ellos han querido estar encubiertos de justificaciones. Blasfemaron siempre contra ellos, `eran comunistas, alborotaban al pueblo` y tantas otras cosas. Con nuestros mártires hoy se repiten muchas de estas justificaciones, aún hoy en día seguimos escuchando personas que blasfeman contra nuestros cinco mártires, cinco inocentes que dieron la vida», continuó.
El sacerdote indicó que «seguramente nos nacen muchas preguntas como sociedad» y «no solamente desde los agujeros de esta alfombra -en la que fueron asesinados- sino también desde los agujeros del Río de La Plata, desde tantas tumbas NN en cementerios, desde tantos centros clandestinos de detención, también nos nacen muchas preguntas e interrogantes, y desde sus agujeros también nos exigen memoria, verdad y justicia».
Tras la ceremonia, todos los presentes se agruparon en las afueras de la Parroquia San Patricio donde fueron descubiertas una nueva placa en homenaje a los cinco mártires, otra dedicada a la memoria del periodista Kimel y descubierta por su hija, y se presentó un mural pintado por alumnos secundarios del Colegio de la Ciudad en homenaje a las víctimas de la masacre recordada.
Ibarra y Ruanova descubrieron la primera placa, mientras que el subsecretario presidencial Gustavo López le dedicó algunas palabras a Kimel al recordar que fue «el periodista que investigó y que fue juzgado por el juez que no investigó».
«Gracias a su tesón hoy todos los periodistas del país gozan de la absoluta libertad ya que después del fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, se cambió el Código Penal en Argentina», enfatizó López.
En declaraciones a la prensa, la titular de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Nora Cortiñas, indicó «que tratamos de seguir con la memoria, y hoy hemos escuchado palabras muy interesantes, muy fuertes sobre este martirio de estos cinco sacerdotes y seminaristas».
Info: ATE