Más del 80 por ciento se va en gastos de funcionamiento, y hay un escaso ingreso por recaudación local, dice Juan Manuel Torres. Hay excesivos funcionarios políticos e inequidades en los salarios: el intendente gana más de 20 veces el sueldo básico.
El candidato por UDESO, Juan Manuel Torres criticó que el oficialismo traslade al ámbito institucional del Concejo sus reyertas internas, propuso introducir cambios sustanciales en el presupuesto municipal y apoyó la idea del presupuesto participativo.
– ¿Cuáles son sus diferencias con el funcionamiento actual del Concejo Deliberante?
Es necesario trabajar para devolverle la jerarquía que le corresponde. Es el ámbito donde se encuentran los representantes del pueblo y que en los últimos años ha sido sometido a una tarea de desgaste, promovida por el Ejecutivo a raíz de la atomización de su partido, primero, actuando como si el Concejo fuera su enemigo por los desencuentros que tenía con algún concejal, descalificando al conjunto y trasladando inexorablemente al ámbito institucional sus reyertas internas. Luego, tras tantos desencuentros y zancadillas, los dos grupos oficialistas se juntaron, lo cual les da un número suficiente para actuar arbitrariamente, y lo hacen.
– ¿Qué aspectos modificaría de la actual estructura de gastos municipal?
Hay cosas en el Presupuesto que uno no alcanza a comprender desde una mirada elemental. Leyendo por estos días el vigente, entre otras cosas advierto un excesivo número de funcionarios políticos; un escaso ingreso programado por recaudación local, lo cual acentúa la dependencia de la comuna con los organismos nacionales y provinciales. Eso no es gobernar. Debe existir una capacidad económica propia que garantice autonomía en la planificación que permita decidir en qué, dónde y cómo se invierte. Cada vez se depende más de la coparticipación provincial. Más del 80 por ciento del presupuesto se va en gastos de funcionamiento, por lo cual queda muy poco para obras y seguimos avanzando en el atraso.
Siempre hablando del presupuesto, entre algunas otras cosas que observé hay una que diría me estremeció. El sueldo básico del empleado municipal es de $1.262,70 (creo por debajo del nivel de pobreza), mientras que los ingresos que se han fijado a favor del Intendente Municipal, sumados los gastos de representación, superan los $27.000 mensuales. Una manifestación extrema de inequidad que no puedo dejar de criticar. Se dirá la ley lo permite, pero ¿y la conciencia? Siempre quien ejerce el poder debe dar ejemplo. ¿Acaso la debida valoración de uno respecto del otro en cuanto a ser humano, no debería imponer cierto recato, cierta ética? Eso por un lado, por el otro, la inveterada actitud del gobierno de retacear mejoras a los trabajadores. Mientras unos más suben, otros más abajo van quedando.
– Hace unos días, un dirigente local propuso poner en práctica el presupuesto participativo… ¿Lo considera una herramienta útil?
Sí, sin duda. Creo necesaria la intervención de los representantes barriales en la discusión de un presupuesto, que les permitirá pelear por fondos para el barrio. Pero al mismo tiempo hay que jerarquizar la tarea de las sociedades de fomento, estimulando su funcionamiento democrático con vistas al bien de cada barrio, sin interferencia alguna que se origine en intereses político partidarios.
Es, también, necesario el reconocimiento real de las organizaciones sindicales que representan los intereses de los trabajadores municipales. Hay que avanzar hacia el régimen de paritarias. Esa representación debe contar con el derecho de discutir el presupuesto en los aspectos que le conciernen.
Fuente: UDESO
