Colegio de Abogados: Los colegios tenemos la obligación de perseguir a los abogados que ejercen con trampas la profesión

Los abogados de todo el país festejaron su Día que fue impuesto como tal el 29 de agosto por tratarse de la fecha del natalicio de Juan Bautista Alberdi, en homenaje a uno de esos abogados que a lo largo dela historia de nuestro país ha dejado una huella muy profunda no solamente como abogado sino fundamentalmente por haber trazado los ejes fundamentales de todo lo que tiene que ver lao organización político-institucional de nuestro país en esa brillante obra que el denominara Bases y Puntos de partida para la Organización de la Nación Argentina.

Con su obra Juan Bautista Alberdi nos ha dejado a todas las generaciones futuras de la Argentina un legado no solo a los abogados sino a todos y por lo tanto recordarlo es también recordar a aquellos abogados que han dejado su impronta a través de los tiempo en nuestra patria y es un legado que también nos han dejado para quienes hoy tenemos la suerte de ejercer la abogacía para hacer las cosas lo mejor posible para que quienes tomen la posta entiendan lo que es ser abogado, una de las más hermosas profesiones del mundo pero implica un comportamiento ético y moral imprescindible para poder cumplir con nuestro objetivo que es defender los derechos esenciales del ser humano y bregar siempre y en todo momento por la justicia.

Las exigencias son cada vez mayores para un abogado, el abogado debe estar capacitándose y actualizándose de manera permanente en todo lo que tiene que ver con el conocimiento que es su arma fundamental primero por una responsabilidad profesional para si mismo y segundo para quienes van a su consulta, por eso siempre debe estar preparado con los mejores conocimientos para responder a las requisitorias de los justiciables.

Un abogado que se recibe y no se capacita y actualiza es mucho menos abogado y después tiene que entenderse que más allá de la gran cantidad de profesionales del derecho que hay, tenemos que distinguir aquellos que lo son porque tienen un título universitario de aquellos abogados que lo son realmente, los que han estudiado porque han sentido alguna vez en el interior de su corazón la vocación de ser verdaderamente Abogados.

Hay un diferencia muy grande entre aquel que ha estudiado la carrera simplemente para tener un título universitario porque tiene tiempo, o la Facultad está a vuelta de su casa entonces en lugar de ir dos horas por día al gimnasio va esas dos horas a clases y ejerce la profesión anteponiendo el fin económico y comercial sobre toda otra finalidad y aquel, que se compromete realmente con los intereses de su comunidad y de su cliente anteponiendo a sus intereses particulares los interés del cliente. Hoy el abogado está llamado también a ser un defensor permanente del Derecho de Defensa en Juicio, los Derechos y Garantías del Ser Humano, de todo lo que tenga que ver con el fortalecimiento del Estado de Derecho, las Instituciones de la República, de trabajar desde su puesto de batalla y en optimizar la calidad institucional de la República. Son llamados muy fuertes a los cuales el abogado no debe estar desatento, hay una misión pública y una social que se debe llevar a delante desde la abogacía como parte de una sociedad integral que necesita abogados fundamentalmente honestos, los demás es como que no sirven, es como que están de más y desde los Colegios de Abogados tenemos la obligación de perseguir a todos aquellos abogados que actuando con trampas ejercen la abogacía tratando de perjudicar a los demás”.

La decisión de elegir el 29 de agosto se adoptó en 1958 a través de una Resolución emitida por los integrantes de la Junta de Gobierno de la Federación de Colegios de Abogados de la República Argentina, de manera tal que a partir de dicho año en todo el país comenzó a celebrarse el Día del Abogado en la fecha ya indicada.

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