Por Sebastián Varceló
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Se decía que la fiesta del Bicentenario del año pasado revivió el calor popular a favor de la Presidenta de la Nación, que venía de algunos tragos amargos en términos electorales y, también, mediáticos.
Luego del amargo sabor que le quedó al selvismo tras las elecciones primarias surge una Fiesta que podría convertirse en “el bicentenario selvista” en términos de cambio de aire, alegría popular y proyección de un éxito sin brechas en cuanto a la gestión del programado encuentro.
La Fiesta hace mucho tiempo es parte del folklore local, sin embargo, este año los acompañaron los artistas, el clima, los productores, los artesanos, el buen humor, es decir, una sumatoria de notas positivas que son una puerta abierta a un intendente que viene desde hace semanas mostrando materializaciones respecto al cambio de aire.
Funcionarios de provincia dieron presente. La militancia estuvo correctamente involucrada. Sin abusar ni profundizar en fanatismos dio el toque de mística que necesita esa fuerza política. Los medios capitalinos le dieron un espaldarazo así como los de la provincia. Radio Metro, Mega, Brisas del Plata, El Mundo, Continental, Antena, Diario Clarín, Todo Noticias entre otros y la mayoría de los medios regionales proveyeron difusión a nivel masivo con entrevistas al intendente y algunos de sus funcionarios.
El viernes se habían quedado sin entradas anticipadas. Desde hace semanas la capacidad hotelera de la ciudad estaba agotada. Los comerciantes reforzaron sus stocks. Las expectativas estuvieron cubiertas.
Un avión fue enviado por Melo a registrar desde el aire la caravana que venía por Ruta 5 a la ciudad, imágenes del predio que serán, posiblemente, difundidas los próximos días. La prensa local, desde la Dirección de Prensa y el área de Protocolo estuvo bien atendida. El personal del corralón trabajó horas extendidas para que las estructuras no fallaran.
Pareciera como si los empleados quisieran darle un respiro al intendente. Como si dijeran este es nuestro aporte a la campaña.
Miles de personas que vinieron a Mercedes y los miles de vecinos generaron una fiesta en la que la mayoría de los presentes coincidió no se veía en años.
Ahora falta ver qué pasa en las próximas horas. Indudablemente más de un advenedizo cercano a las fuerzas del intendente querrá subirse al carro del acontecimiento. Más de uno intentará sumar porotos para su cosecha. Más de uno quedará relegado en las glorias merecidas.
¿Qué hará el intendente? Lo capitalizará o lo dejará esfumar como lo hizo con el corrimiento de algunos funcionarios donde no fue del todo explotado. ¿Qué hará la oposición? ¿Reconocerá la tarea bien realizada? ¿Reconocerá el valor social de la fiesta vivida? Los días, el paso de los días, y sólo eso, nos darán algunas respuestas en términos estrictamente políticos.
