Por Alejandro Francisco Molle
(Candidato a Concejal Frente Popular)
Atención. Simplemente: atención, no otra cosa. Ambas localidades han crecido en modo sustancial y el poder político municipal no les ha prestado el suficiente concurso.
En estos tiempos pululan las promesas y sólo cabe esperar que alguna de ellas llegue a concretarse.
Estoy en la lista que postula a Juan Carlos Benitez como candidato a Intendente municipal y ambas localidades las hemos recorrido. Sabemos en qué podremos mitigar las falencias. No ofrecemos regalos ni nada que se parezca, porque sólo nos comprometemos con aquello que desde nuestro espacio sea posible.
Sabemos que hace falta agua potable e insistiremos en poder lograrlo. Es cierto, hay gas natural en buena parte, pero resta todavía más extensión del servicio. Piden riego. Es natural. Piden el arreglo de sus calles y cunetas. La consolidación de las calles. La numeración domiciliaria; para ello es cuestión de sentarse y diagramar cuál es el número que le corresponde a cada vivienda. Respecto de la sala médico asistencial mayor concurrencia de profesionales.
En cuanto al alumbrado público que exista más número de luminarias y de mayor potencia en sus calles. Otro acuciante tema es el de la regularización dominial de las propiedades, el cual es, quizás, el más complejo porque en la mayoría de los casos será materia de intervención de la justicia departamental y sin olvidar el costo que acarrea. No es moco de pavo iniciar una demanda por posesión veintiañal, no obstante habrá que verle la vuelta, vuelta en la que entre todos los afectados pueda obtenerse una salida.
Está, también, la potencial construcción de una cárcel federal en el predio adquirido en 1980 para Mercado Nacional de Hacienda. En realidad no ha habido mucho pataleo pero ¿sabemos a ciencia cierta qué tipo de impacto (en general) reportará?. No. Hace ya más de sesenta días que Juan Carlos Benitez, junto a sus compañeros concejales el Dr. Carlos Aristi y la Dra. María Ruth Muraca ingresaron al Concejo deliberante un proyecto proponiendo la constitución de una Comisión que analizara lo referente al impacto que provocará la construcción de la cárcel, sin embargo hasta ahora nada se ha realizado y menos aún escuchado la voz de los vecinos que serán los que habrán de cargar sobre sus espaldas a los nuevos visitantes. Veamos, por ejemplo, ¿desde ruta 5 y hasta el predio, el único camino será la calle 505?. La calle que es la que conduce hacia una importante empresa y ya muestra la endeblez de su calzada. Ahí nomás hay que pensar en construir otro ingreso o, en su defecto la búsqueda de alternativa hacia la ruta 7 ya que la cárcel alojará personas procesadas a disposición de la justicia nacional, cuyos tribunales – salvo el Federal de calle 21 – están situados en la ciudad de Buenos Aires. Es un tema para charlar el de la potencial construcción. El vecino debe reclamar ser oído y el poder político no puede ser sordo y menos hacerse el sordo
Además, la zona requiere un Delegado municipal que sea quien preste debida atención, tenga a su cargo la responsabilidad y conducción de los servicios municipales (agua, luz pública, riego, recolección de residuos, parque vehicular, herramientas y maquinarias, etc.), promueva mejoras y tenga el ojo atento a la seguridad ciudadana.