Desde hace varios días ha comenzado a notarse en diferentes kioscos de nuestra ciudad un muy fuerte aumento en el precio de medicamentos de venta libre, sobre todo analgésicos, que en algunos casos de tres pesos ($ 3) el blíster de 10 unidades ahora se los debe abonar $ 4.50 y hasta $ 5, y en el tradicional caso de compras por unidad la cotización de la misma llega a los ochenta centavos.
Consultado acerca de un posible aumento masivo en los medicamentos, Carlos Milhomme, presidente del Colegio de Farmacéuticos de nuestra ciudad sostuvo “algunos aumentos hay pero de ninguna manera se trata de incrementos compulsivo sino más bien de los retoques periódicos que suelen hacer en este aso los laboratorios porque en definitiva el precio de os medicamentos los fija la industria farmacéutica.
Me hablan de fuertes aumentos especialmente en los analgésicos de venta ligre, la conocida aspirina, que generalmente la mayor cantidad de vende en los kioscos entonces más llá del tema que desde hace tiempo venimos denunciando, la ilegalidad de dicha forma de venta, ahora también se suma un perjuicio económico para la población porque es verdad aquello que la gente directamente los compra en los kioscos, pero eso ya es una cultura entre nosotros, recuerdo perfectamente hasta a mi propio padre que paraba en un kiosco para comprar en aquel entonces un “tira de geniol”, entonces es muy difícil poder controlar que ello no ocurra más allá que desde la autoridad sanitaria dentro dela Provincia de Buenos Aires, es el Ministerio de Salud, se realice una fuerte campaña para detectar los lugares de venta no autorizados con la aplicación de las sanciones previstas en las leyes vigentes.
Más allá de ello hoy en día la venta de ladenominada aspirina ha bajado bastante porque se la está reemplazando por toromedicamento,m que también ha sido declarado de venta libre que cuesta alrededor de 13 pesos el envase de diez en la farmacia pero en los kioscos se consiguen por unidad a dos pesos con lo cual queda bien en claro el margen de ganancia que el mismo deja.
La lucha contra esa cultura de comprar el medicamento en un kiosco que muy difícil porque se trata de algo ya instalado en la población, es una realidad pero de una vez por todas debemos comenzar a partir de nosotros mismos a cuidarnos nuestra salud, es decir no tomar pastillas o píldora como se les suele decir solo porque sí.
Si hablamos que el uso irracional de medicamentos además de la pata comercial tiene una fuerte incidencia en lo médico, en la parte farmacológica que incide en la salud del paciente, esa venta ilegal e irracional puede llegar a generar problemas muy graves aunque se trate de medicamentos de venta libre y es por eso que uno lucha en forma permanente contra esta cultura de comparar en cualquier parte.
Por eso es más que importante que nosotros los farmacéuticos q estemos siempre capacitados sobre todo para ayudar farmacológicamente al paciente, yo creo que la demanda de productos medicinales fuera de las farmacias va a ir decreciendo en la medida que aumentemos el conocimiento entre la población de todo lo que significa y al mismo tiempo implica la manipulación de los medicamentos, el crecimiento en el conocimiento que pueda tener el paciente sobre medicina es fundamental y debería ser mucho más amplio del que al menos la mayoría de la gente tiene y en tal sentido hay una responsabilidad muy grande de parte del farmacéutico para que realmente el paciente entienda acerca de lo que es un medicamento porque debe generar el nivel de comunicación tal como para garantizarle al paciente que va a llegar a entender claramente cual es la verdadera problemática por la cual luchamos en todo el país, así que otra tarea importante que tenemos por delante quienes ejercemos esta profesión.
En definitiva no hay aumentos compulsivos aunque si ajustes que los laboratorios aplican yo diría tres veces por año tal como lo hacen otras industrias como por ejemplo la alimenticia”.
