En un polémico libro, por diversos motivos, dedicado a la Cámpora, de Laura Di Marco, a su supuesta génesis y creación, ha tocado el perfil de diversos mercedinos siendo una cuestión obvia: no puede intentarse una biografía – histórica sin tomar la ciudad natal de uno de sus más importantes referentes: Wado de Pedro y el laboratorio de una de las principales incursiones en política como lo fue y es Mercedes con el Frente Mercedino para la Victoria.
Ya en la página 76 hablan de Juan Ignacio Ustarroz quien se lanzó como candidato a Intendente. Obviamente asociado a Wado de Pedro. La página 92 se ocupa en un párrafo pequeño del “dirigente molinero Alberto España, tío de Wado y aliado natural del camporismo por parentesco y convicción. Dirigente de la Federación de Molinos, blanquea su kirchnerismo durante 2011 y obtiene su premio con una banca” (P.92)
Más adelante menciona los avatares vividos en cada incursión política de De Pedro, sobre Mercedes nos recuerda una historia conocida al hablar del FMV y de su acción política catalogándola de fracaso a pesar de haber tenido todo el apoyo, incluida la visita de Andrea del Boca. (P.93)
Wado, por supuesto, es mencionado en múltiples ocasiones. Se repite su nombre, su historia, algún dato de pasillo a cada momento, incluso, el capítulo 6, está encabezado y dedicado a su figura.
Se habla del vínculo privilegiado que tuvo y tiene con la presidenta desde mucho antes de la muerte de Néstor llamándolo la “materia gris de la mesa nacional de La Cámpora, el Zanini de la agrupación” (P.195)
El mismo capítulo menciona y trata el caso de nuestra ciudad y la victoria de Selva sobre Ustarroz, lógicamente, imputándole a De Pedro una derrota contra su estrella política. También se le imputan innumerables nombramientos en la estructura del Estado nacional, sueldos altos y viajes en avión para mercedinos a ver la selección.
El capítulo hace un recorrido histórico sencillamente desgarrador. Repleto de identidad y significado simbólico. Para alguien de cultura crítica, no embebido en el sentido común, simplemente, le resultará conmovedor, no sólo por el relato histórico de su familia sino también por su propia forma de lucha durante los noventa y en el estallido del 2001 donde fue parte de la movilización popular.
Un subtitulo contundente atiende la cuestión local: “Mercedes, otra frustración” (P.210) Uno de los informantes del libro es el concejal Juan Carlos Benítez quién es citado en el capítulo 6.
El libro tiene innumerables detalles. En próximas entregas seguiremos hablando del mismo que, a Mercedes, la coloca en un lugar de importancia por los diversos mercedinos involucrados.
Entre épico, chusmerío y narraciones políticas desarrolla la búsqueda de crear la historia del gen de la agrupación política.
