Por Alejandro Molle
El ex candidato a concejal e integrante de la Agrupación Justicialista “Unidad y Lealtad”, Alejandro Francisco Molle ha distribuído entre los medios su personal reflexión.
“Sería bienvenido y justo que el Poder Ejecutivo recapacitara e hiciera lugar a la reducción de la alícuota que percibe respecto de la imposición del impuesto a las ganancias o ascendiera el tope de la base imponible.
El salario no es una “ganancia”, sino la retribución que tanto el estado como la actividad privada abonan a todos quienes le prestan determinado y vital servicio.
Tampoco es una “ganancia” el importe mensual correspondiente a todo jubilado o pensionado, sino que es la “devolución” de los importes que a lo largo de años en la vida activa fue acumulando ante determinada Caja, para que así al día de su cese laboral le permita seguir andando en la vida; aunque por estos días es una vergüenza con que se los compensa.
El gobierno se jacta de progresista, sin embargo la realidad lo desmiente cuando vemos que a un padre de familia dejan de abonarle el salario familiar o ve tranchado su salario por haber superado el tope haciendo horas extras.
El impuesto de marras y el no pago del salario familiar es injusto, regresivo, confiscatorio, arbitrario y opresivo. Su permanencia es contraria con los postulados doctrinarios del Movimiento Nacional Justicialista, porque mientras al trabajador le expolian sus retribuciones, la renta financiera no está gravada, el juego y hasta cabe preguntarse ¿cuanto tributan las empresas mineras?.”
