El agua del Río Luján bajó por completo. Recuperó su cause normal luego de una semana de alerta máxima por el avance que tuvo sobre zonas pobladas amenazando las condiciones de vida de cientos de mercedinos.
Dentro de las acciones ahora que quedan como comunidad es dar asistencia a los más afectados pues si bien el agua descendió quedó el problema de los bienes perdidos, las casas afectadas, las calles rotas, la basura arrastrada, las prevenciones a potenciales enfermedades, el levantamiento de ramas y remoción de barro, asegurarse de sacar animales muertos, evaluar cómo atacar los mosquitos que andan de a miles y cómo ayudar a quienes quedaron, incluso, con pérdidas económicas por las imposibilidad de realizar determinadas actividades económicas conocidas como «changas». Varias familias en esos términos resultaron afectadas.
Las calles están en muy mal estado. Se necesitarán muchas jornadas se prevé, de trabajo por parte del municipio para repararlas. El olor es otro de los grandes temas. Hay una constante circulación de olor fuerte, a basura y podredumbre que circula ciertas zonas afectadas.
Una incógnita es el Parque Municipal. Serán las autoridades las que se sospecha den una evaluación del estado en que quedó. La última inundación ya había destruido la pileta que estaba en reparación. Bancos y sillas se sospecha podrían haber sido arrastradas.
Las diversas fuerzas políticas e instituciones que colaboran con los afectados siguen haciéndolo esperando la solidaridad de los mercedinos no se acabe y continuemos apoyando a los afectados.
