La versión es una de las más fuertes en los pasillos del nosocomio local. El servicio de oncología no pasa su mejor momento por diversos motivos, pero, principalmente, por la nula voluntad y profesionalismo del personal que allí desempeña actividades.
Durante la semana se ha escuchado en diversas tertulias internas la latente idea de cerrar “Oncología” y darle un mejor uso a esas instalaciones siendo los pacientes necesitados por tal instancia atendidos en habitaciones especiales dentro de otros pisos.
La mala predisposición constante de parte de enfermería y de algunos médicos del piso más las internas entre ellos vividas habría desatado el último estallido y la decisión podría caer de momento.
Príncipi ha trabajado fuertemente en el último año para mejorarlo desde diversas vertientes, HoyMercedes pude dar testimonio de ello por cuestiones de público conocimiento pero, cuando el problema es institucional de fondo, en lo que se conoce como psicosociología de las instituciones, es decir, factores individuales y grupales, la cuestión puede desatar en una molestia global difícil de erradicar sin medidas contundentes.
Para sólo tener uno o dos pacientes en todo el piso, con mucho personal y recursos afectados, la ecuación termina siendo negativa, dejando el terreno sembrado para un reordenamiento más óptimo. Decisiones difíciles, sin embargo, llegado el caso, se deben tomar, sostienen conocedores del tema.
La cuestión está planteada y más de un trabajador hospitalario ya lo ha escuchado en los pasillos, primeros testigos de las acciones institucionales.
Es importante mencionar que el cierre es del ala especial para tratamientos oncológicos, no el cese de los cuidados de ese tipo, lo que se generaría es una redistribución de espacios y funciones.
