Por Juan Ustarroz
La situación del hospital Blas Dubarry, sobre todo en el sector de pediatría y maternidad, nos obligó hace ya varios meses a profundizar en nuestras posibilidades y formas de aporte como espacio político de Mercedes. Hacia finales del año pasado, así y en una conmovedora expresión de solidaridad de todos los vecinos, organizamos una exitosa cena en el club Estudiantes; y en este tiempo, a través de distintas gestiones de los diputados con que contamos en la legislatura bonaerense y en el Congreso Nacional, hemos conseguido insumos, subsidios, aportes, cargos y nombramientos.
De las consecuencias ‘políticas’ de nuestro aporte no nos interesa hablar, porque es entrar en el terreno de la victimización y la ‘chicana’ inconducente, del mismo modo que no nos interesó la especulación electoral: nos hubiese resultado muchísimo más fácil quedarnos en la vereda de enfrente y repartir críticas.
Consideramos que la política es vocación de servicio y creemos en la prédica que significa el ejemplo. Quisimos y queremos, simplemente, dar una mano. Unirnos. Ayudar en lo que podamos, desde lo concreto; estamos para sumar. Por otro lado, no es necesario inventar soluciones, sino que alcanza con reforzar lo existente.
Hoy, como desde hace mucho tiempo, la cooperadora colabora y apuntala económicamente al hospital. Entonces, un principio de solución es buscar todos juntos nuevos aportantes, socios de la cooperadora para que el hospital tenga más recursos.
Porque se trata nada menos que de la salud, porque se trata de uno de los sectores más vulnerables de la sociedad como lo son los chicos, porque se trata del hospital de nuestra ciudad, donde se atiende la mayoría de los vecinos de Mercedes.
Por eso llamamos, en esta coyuntura urgente, a dejar las diferencias a un lado. No importa el signo partidario, no importa el color político, no importa si se es oficialismo u oposición.
En los ámbitos adecuados habrá que dar el debate sobre modelos de gestión, analizar aciertos y errores, ver en qué se está fallando y cómo mejorar. Pero, de cara al pueblo, a todos nosotros, a nuestros hijos, hoy lo que importa es la salud, lo que importa es la gente, lo que importa es el hospital.