El viernes 20, en las biblioteca de la Casa del Pueblo, un nutrido grupo de personas se acercaron a la charla organizada por el MST y el Socialismo Mercedino en el Frente PODEMOS, la cual estaba enmarcada en la convocatoria que desde estos espacios hacen hacia el XXVIII Encuentro Nacional de la Mujer, a desarrollarse en noviembre en la provincia de San Juan.
Alrededor de las 20.30 se dio inicio a la charla con una breve presentación sobre el origen de la convocatoria y la necesidad que desde Mercedes se comiencen a realizar distintos encuentros entre las organizaciones políticas, sociales y culturales que tengan intención de participar del encuentro nacional.
Antes, durante y después de la charla, los organizadores dejaban en claro que este tipo de actividades tienen como objetivo fortalecer la conciencia de todos los actores sociales, ya que se manifestó que quizás hoy no haya respuestas inmediatas a los problemas de violencia que sufren cientos de mujeres en la ciudad, pero si es necesario comprometerse en todos los ámbitos donde estos temas se debaten.
La charla, que trató la historia y el origen de la violencia desde las sociedades primitivas, pasando por el pensamiento machista de la Grecia antigua, el Renacimiento, la Edad Media, el auge del Cristianismo, la Revolución Industrial hasta llegar a actual sistema Capitalista, único culpable del acrecentamiento de la violencia.
Se hizo hincapié en el gran crecimiento del rol de las mujeres en las luchas sociales. Estamos ante un momento histórico de desarticulación de los mecanismos de discriminación femenina, y esto está inserto en la crisis del capitalismo. Se retroalimentan. Las mujeres en el proceso de construcción del capitalismo quedaron catapultadas en el ámbito del cuidado, el mito construido mujer=madre. En este rol del cuidado, las mujeres aportan y fermentan la relación entre el cuidado del medio ambiente y el cuidado de lo social. En el marco del modelo extractivo se consolidan los estereotipos de la organización social del patriarcado. La lucha está dirigida a desnaturalizar la asociación entre industrias extractivas y consolidación de las relaciones tradicionales de género y explotación sexual.
El modelo extractivo, saqueo indiscriminado de la naturaleza, megaminería, sojización, etc. Importan degradación de la vida, no solo en la destrucción de los recursos naturales sino también en el crecimiento demográfico descontrolado, ciudades armadas en torno de un centro de extracción donde emergen la trata, las adicciones, la criminalidad. (ejemplo Comodoro Rivadavia).
Planes sociales que consolidan el maternalismo social y el rol tradicional de la mujer como cuidadora. «Ante esto, las políticas sociales asistencialistas y progresistas refuerzan el lugar maternalista de las mujeres. Ellas deben ser quienes se quedan la casa, resguardando a su familia», dice Svampa.
No hay forma de terminar definitivamente con la opresión y la explotación de la mujer sin cambiar de raíz la base material que la origina y se beneficia con ella, que es hoy la explotación capitalista. La desaparición de la explotación de una clase por otra y el reemplazo de la propiedad privada de los medios de producción por la propiedad social son la condición para lograr ese cambio e iniciar la construcción del socialismo.
