Opinión: Por Mariano Pérez
Es bueno para la comunidad “blanquear” desde uno escribe o intenta comunicar algo. En mi caso lo hago desde este lugar: “como parte del proyecto político del intendente Selva”. ¿Javier Guevara dice desde dónde escribe? No creo.
A veces el disfraz hace esconder al verdadero protagonista, pero en otras es imposible tapar la esencia de ese ser. Uno puede colocarse el disfraz de “periodista independiente” y hasta engañar durante un tiempo a sus lectores y la gente en general. Otras veces es imposible. Eso le sucede a este novel abogado que hoy está embarcado en un perfil opositor a Selva por un lado, pero por otro de “facilitador” para Ustarroz.
No es ningún secreto que Guevara es opositor y no “periodista independiente”. Está más que claro. Vale recordar que su encono (ya personal más que político) con el intendente viene de larga data. En 2005 fue candidato a concejal en la lista que conducía Martín Zubeldía, siendo todavía director del medio que representa. Dio el salto hacia la política, pero no tuvo el coraje de mantenerlo. Porque después de esa derrota decidió seguir como si nada con su trabajo “periodístico independiente”.
No conforme con esto continuó con su perfil de oposición al gobierno comunal. Vale aclarar que esto no es para nada cuestionable, ya que está dentro de las libertades de acción del individuo, el problema es que no se reconoce como tal.
Ya a principios de 2011 encontró en la figura de Ustarroz la posibilidad de saciar su sed de venganza ante Selva. Y desde entonces es un gran defensor de las “gestiones” y accionar político del líder de La Cámpora. Si alguien duda de esto, los invito a tomar los editoriales escritos en su medio (si bien algunos no están firmados, su deficiente sintaxis denotan su participación en los mismos textos) desde febrero de 2011 a la fecha.
Hoy sigue montado en esta idea de ver en Ustarroz la posibilidad de colocar de rodillas a Selva, más allá de sacrificar el buen nombre de un medio al que respeto (fue mi lugar de trabajo durante años) y que tiene en la figura de Claudio Guevara a un gran comunicador. Es una lástima, pero es así. Cuando uno siente que ya no puede practicar ese “periodismo independiente” porque prefiere ser útil para una causa política lo debe hacer y no escudarse en una barricada hecha de algodones porque la obviedad queda en evidencia.
