Por Paula Siri y Jose Luis Pisano //
Si bien ya han pasado varios días de la designación como jefe del Ejército Argentino de Cesar Milani, creemos necesario expresarnos respecto a este hecho, que nos parece un gran retroceso en la lucha por la memoria, la verdad y la justicia.
Nuestra postura se basa en dos ejes fundamentales, por un lado las acusaciones vertidas desde la CONADEP y las Madres de Plaza de Mayo de la provincia de la Rioja y por otro lado la falta de capacidades y compromiso demostrado por Milani frente a un cuestionario que fuera realizado por el CELS
Asimismo queremos aclarar que sabemos diferenciar las operaciones mediaticas y reaccionarias que se han sucedido respecto a este tema, ya que gran parte de los grupos opositores y medios de comunicación que hoy se alarman frente a este nombramiento, fueron cómplices de la dictadura mas sangrienta de nuestra historia, queriendo aprovechar la situación para de a poco volver a instalar la teoría de los dos demonios, algo que desde nuestro lugar de militantes rechazamos rotundamente.
Lamentamos este retroceso, que se viene observando desde hace tiempo, demostrando que no estamos en una verdadera democracia, sino en una democracia formal, donde se premia a los acusados de torturadores y se condena a los luchadores como es el caso del juicio a los petroleros de Las Heras, quienes fueron condenados a cadena perpetua por luchar por sus derechos. Sabemos reconocer los avances en la lucha por los DDHH que se han llevado adelante durante estos últimos años por un gobierno que supo escuchar los reclamos de las cientos de organizaciones que durante décadas levantamos las banderas por la memoria, la verdad y la justicia, reclamos que dieron como resultados la anulación de las leyes de Obediencia Debida y punto final y la reapertura de los juicios a los responsables por crímenes de lesa humanidad, pero a su vez resaltamos que ese avance en la lucha por los DDHH se ve entorpecido por la sanción la ley antiterrorista, la desaparición de Julio Lopez y Luciano Arruga, la connivencia con la patota sindical y policial involucrados en la muerte de Mariano Ferreyra, los mas de 5000 procesados por luchar, la persecución al pueblo Qom, el nombramiento de Marambio en el SPF acusado de torturas.
Entonces, en el caso específico de la designación de Milani, nuestra postura se basa en que este fue parte del Batallón de Ingenieros 141 centro de la represión en La Rioja, después del golpe cívico-militar, donde incluso funcionaba un Centro Clandestino de Detención. Las pruebas presentadas por el CELS y los organismos de DDHH involucran a Milani por apremios ilegales y privación ilegitima de la libertad en los casos de Ramón Olivera y Oscar Schaller. También está involucrado en la desaparición de Alberto Ledo. Todas estas acusaciones se encuentran en la justicia y son encabezadas por las Madres de Plaza de Mayo de la Rioja.
Por otro lado, Milani pidió formular un descargo, y fue a través del CELS, que no lo interrogó sobre las causas penales sino respecto del contexto en que los hechos sucedieron y las valoraciones que hoy le merecen. Por propia voluntad agregó respuestas a preguntas que el CELS no le hizo.
– Milani dijo que en La Rioja la represión fue pasiva y de baja intensidad. Esto no es cierto. Mientras él estuvo allí fueron asesinados por militares y policías el obispo Enrique Angelelli, los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longeville y el laico Wenceslao Pedernera.
– Como era muy joven y lo condicionaba la formación militar, “no tuve conocimiento sobre violaciones a los derechos humanos”. Esta afirmación es inverosímil en un hombre de familia política, con militancia en el justicialismo, que fue la primera fuerza en denunciar el carácter terrorista de la represión estatal. En esa unidad, en la que Milani comía y dormía, sólo revistaban 30 oficiales, lo cual descalifica su pretendida ignorancia.
– Desconoce la existencia de un Centro Clandestino de Detención en el Batallón 141 de Ingenieros. Nunca vio civiles detenidos en la unidad y sólo realizaba trabajo de ingeniería militar en construcciones. Los comunicados del jefe de Milani, coronel Osvaldo Héctor Pérez Battaglia, que el CELS aportó al Senado, invitaban a denunciar en el Batallón a los denominados subversivos y las causas judiciales falladas en el último año prueban que también allí iban a reclamar noticias los familiares de los secuestrados. Ningún oficial de la unidad podía desconocerlo.
Las respuestas de Milani a las acusaciones dejan aún más expuesta su complicidad; el militar negó estar al tanto que en su batallón funcionaba un CCD, que advirtió las violaciones de DDHH del período cuando volvió la democracia y afirmó que solo tenía tareas técnicas en el Batallón. Todos estos hechos fueron desmentidos por la investigación del CELS. Es inaceptable que sea designado como Jefe del Ejército un militar que dice haber dado cuenta del genocidio de la dictadura solo después del año 83′, habiendo estado en actividad y en el país durante todo el período.
Es por todo lo expuesto que creemos que la lucha de nuestro pueblo por memoria, verdad y justicia necesita que personas como esta sean juzgadas por su participación en delitos de lesa humanidad en vez de ser premiados con una designación de este tipo. Este hecho representa un retroceso en la lucha por el juicio y castigo a los genocidas que siguen libres, solo hace crecer la impunidad que nuestro pueblo viene combatiendo hace años.