Por S.O.S Hábitat //
En los últimos días ha circulado en medios periodísticos locales una noticia surgida de boca del primer mandatario local que versa sobre un proyecto de saneamiento del Rio Luján a su paso por el partido de Mercedes.
Según nuestro Intendente Municipal en consenso con sus pares de las ciudades de Luján, Pilar y Mercedes en un todo de acuerdo con la Dirección de Hidráulica de la provincia de Buenos Aires, y con el fin de afrontar las consecuencias de las inundaciones en toda la cuenca de nuestro río, han decidido encarar la puesta en marcha de un plan consistente en la limpieza del río desmalezando costas, atacando la especie exótica “acacio negro”, la eliminación de meandros, el dragado del curso de agua, el perfilado de costas y otras obras de naturaleza ingenieril que se dejarían para más adelante.
La lectura de este proyecto nos preocupa sobremanera, porque es retroceder a experiencias ya probadas hace algunos años, y que en nada aportaron a la solución del problema inundaciones. Salvo las primeras tareas mencionadas (desmalezamiento y combate de acacio negro) que son compartidas por esta Asociación, ninguna de las otras aporta beneficios, solo sirven para destruir ecosistemas, empeorar la contaminación por la remoción de barros sin mejorar el escurrimiento de las aguas, porque el verdadero causante de la retención de las mismas y consiguiente desborde aún con escasas precipitaciones, es un fenómeno al que ninguna autoridad ya sea el inútil Comité de Cuenca, o la Autoridad del Agua o el Organismo para el Desarrollo Sustentable o la mismísima Dirección de Hidráulica le ponen nombre. Cuando ya muchos estudios científicos no dan paso a más dudas de que se trata de los especulativos emprendimientos inmobiliarios que se desarrollan a lo largo de toda la cuenca media y baja, siendo el principal obstáculo y que se convierte en el ejemplo paradigmático del fenómeno inundación el denominado San Sebastián, localizado en las cercanías de la ciudad de Pilar y que constituye un verdadero dique de contención para el río con casi el cincuenta por ciento del valle de inundación intervenido por la obra.
Mienten los funcionarios que aseveran que por medio de una Resolución (N· 50) adjudicarían los proyectos de estudio del Rio Luján, cuando en el mes de septiembre del año 2011 (!!!!) fue llamado a licitación para llevar a cabo el proyecto de “ESTUDIO PLAN INTEGRAL Y PROYECTO OBRAS DE REGULACION Y SANEAMIENTO DEL RIO LUJAN” (Exp. 2406-2391/11) con fecha de apertura 8/09/2011. Licitación que fue adjudicada a la empresa Consultora SERMAN aunque aún está por resolverse la financiación del mismo. Y los funcionarios municipales aplauden la decisión, cuando no pueden ignorar la existencia de este proyecto que estuvo en manos del Comité de Cuenca.
Proponemos vivir en armonía con el ambiente, sin mortificarlo, sin destruir ni modificar los procesos naturales, mediante el desarrollo de actividades amigables. La remediación es posible y cuando no lo sea debemos tratar de no agravar la situación.
Las inundaciones son fenómenos recurrentes que provocan inconvenientes cuando no desastres, pero debemos preguntarnos si las aguas avanzan sobre el hombre o éste, imprudentemente no avanzó sobre ellas.
Aprendamos a respetar al río otorgándole su propio espacio. Cauce y valle de inundación le pertenecen por igual, porque es el dibujo que realizó por milenios. Reconozcamos de una vez por todas los beneficios que nos otorga, por nuestro bien y el de las generaciones futuras.
Llamamos a la reflexión. Urge un profundo y concienzudo estudio para un nuevo ordenamiento territorial y ambiental.
No nos dejemos deslumbrar por las soluciones hidráulicas que son extremadamente onerosas y desprecian, en la mayoría de los casos, el orden natural.
Es el momento de pensar en reservas de agua dulce y no de su rápida circulación.
Orientemos nuestra búsqueda de soluciones hacia medidas no estructurales que garanticen la conservación de los recursos naturales. Para poder aplicar las medidas no estructurales necesarias para controlar las inundaciones debe existir control sobre el uso del terreno y por lo tanto, es una cuestión institucional. Estas medidas pueden ser efectivas en el grado en que los gobiernos sean capaces de diseñar e implementar el uso adecuado del terreno.
Esta Asociación espera sensatez y la posibilidad de discutir este tema tan sensible con una última reflexión:
“Corrige al sabio y lo harás más sabio.
Corrige al necio y lo harás tu enemigo”.