La Universidad Nacional de Luján fue la única universidad íntegramente cerrada por la última Dictadura Cívico Militar. La misma que vio a sus estudiantes, docentes y no docentes luchar porque eso no sucede generando marchas y apoyo de grandes personalidades como León Gieco que cantó en su defensa o Sábato que se pronunció en tal sentido. La iglesia les hizo pasar la navidad de 1979 en las escalinatas porque no les abrió las puertas. Cuanta con desaparecidos y la figura de Emilio Mignone entre sus pilares. Hoy conmemora un nuevo día de la Memoria, la Verdad y la Justicia tras ser reabierta por Raúl Alfonsín y la democracia en 1984.
El rector, Ing. Osvaldo Arizio manifestó: »
«Nos encontramos para reflexionar sobre uno de los acontecimientos tal vez más dolorosos de la vida argentina: la dolorosa y trágica interrupción del orden constitucional con la consiguiente imposición de una dictadura que sesgó miles de vidas de nuestros compatriotas.
En ese sentido la Universidad Nacional de Luján vive cada 24 de marzo con el estremecimiento propio de traer a la memoria loa noche de los tiempos.
En términos positivos vemos el recorrer histórico que hemos tenido durante los años de democracia donde necesariamente debimos reconstruir nuestra identidad, sin con ello negar el gen inicial que tanto nos marcó y nos marca cada paso, ese de los primeros que dieron rienda suelta a la ilusión de tener una Casa de Altos Estudios en Luján. Esos mismos que vieron cómo la violencia del terrorismo de Estado de la última dictadura cívica militar le ponía venda a su visión innovadora, creativa y crítica que estaba implementando en la sociedad con respeto, prestigio y solidaridad.
Recientemente algunas lecturas realizadas nos muestran una rica realidad histórica. Los documentos de la Dirección de Inteligencia de la Policía Bonaerense dan cuenta la gran actividad de aquellos años, de como observaban y perseguían a los integrantes de ésta institución a la vez que daban cuenta del interés de otras universidades sobre lo que acá se realizaba. La propia inteligencia decía que “la sociedad tomó muy bien que se acepte a mayores de 25 años sin secundario”. Eran innovaciones reales. Genuinas.
Sabemos que en general lo que asusta al ser humano es lo nuevo, lo innovador, lo que altera la rutina y el orden establecido sacándonos de lo considerado normal. La UNLu en ese momento rompió moldes. Subversión? Tal vez.
Un ejemplo ilustra ese intento de los hombres que la dirigían: propusieron que desde las aulas universitarias se hablara de lo que hoy sigue siendo tema de debate en nuestra sociedad: cómo industrializar a la producción de una de las praderas más fecundas del mundo.
Hacían falta profesionales formados para esa labor. En este ámbito se formarían sostenían lo que definieron esta universidad.
Eran intereses materiales concretos los que veían con malos ojos a una universidad que formara inteligencia para avanzar con el aporte de ideas, de conocimiento, de la ciencia.
No pudieron.
El poder de las ideas, la lucha de vastos sectores de la población hizo que triunfara la racionalidad.
La oscuridad del proceso cívico militar tuvo para con nuestra institución elementos físicos e ideológicos de represión. Fuimos la universidad más golpeada. El bárbaro, las ideas no se matan!!!! de Sarmiento fue pisoteado, todo en nombre de la patria.
Hoy debemos mirar para adelante. Reconocer nuestra historia. Decíamos que es para nosotros siempre un nacimiento el 24 de marzo. Lo es porque nos muestra que la valentía está en nuestro gen. La innovación y el campo crítico. El ir contra las posiciones hegemónicas y animarse a más. En algunos pasajes de nuestra historia se pudo más que en otros, pero, sin duda, ese es el sendero a tomar. Reconocer nuestro valor en el campo de la ciencia, la tecnología y la cultura. Mirar en contexto sabiendo que los defensores del oscurantismo, las competencias entre instituciones y los defensores de los modelos restrictivos de sociedad, expulsores y excluyentes, aún caminan entre nosotros. Física e ideológicamente están presentes. Son parte de una cultura compartida sobre la cual debemos estar muy alertas y apartar los segmentos anti democráticos.
La UNLu tiene la historia. La lucha. La experiencia. Es nuestra tarea reorganizarnos para que ese sendero sea un conducto a una mejor realidad de integración educativa, compromiso social e integración comunal.
Nunca más, por los 30 mil detenidos desaparecidos y por los hermanos de nuestra institución que fueron asesinados, torturados y perseguidos ideológicamente.»
Desde UNLu en su boletín de prensa informaron:
«La Universidad Nacional de Luján, a través de su Rector, Osvaldo Arizio, y las asociaciones gremiales docentes (ADUNLu) y nodocentes (ATUNLu), organizó y llevó a cabo un acto conmemorativo del “Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia”, que recordó a todas las víctimas de la última dictadura cívico-militar genocida.
Dicho acto se llevó a cabo ayer martes 25 de marzo a las 11, en el Pabellón “Raúl Scalabrini Ortiz” en la Sede Central Luján de la Universidad (Av. Constitución y Ruta Nac. 5, Luján).
Contó con la participación, además del Rector, de otras autoridades de la Casa, representantes gremiales y de organismos de Derechos Humanos, entre los que se encontraban Madres de Plaza de Mayo de Luján.
Este emotivo evento finalizó, como ya es habitual para esta fecha, plantando árboles nuevos en el denominado «Bosque de la Memoria» de la Institución, para seguir recordando a todas las víctimas de la represión de aquellos fatídicos años.»