Defecan en bolsas y orinan en botellas. No hay camas. Agentes mandan a internos a lastimar a otros. Hacinamiento y violencia extrama. La Red de información de la Comisión por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires dio a conocer un lapidario informe sobre las condiciones en la Unidad N°5 de nuestra ciudad. La denuncia está en la Fiscalía N°3. La Agencia Andar lo dio a conocer y publicó en su espacio digital de difusión. La denuncia es motorizada por el Comité contra la Tortura.
A continuación, el informe de prensa presentado:
La gestión de la violencia como gobierno en las cárceles bonaerenses
ANDAR en Mercedes
(CPM) “Si te gusta cortarte acá te doy un bisturí para que te cortes todo” o “te paramos el camión si le rompés la panza a éste” son algunas de las frases que habría dicho el jefe del penal de Mercedes a distintos detenidos, según consta en la denuncia que realizaron ante la fiscalía Nº 3 de esa localidad. La presentación se hizo luego de una inspección que realizó la Comisión por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires a la Unidad Penal 5, en la que constató el uso de violencia extrema por parte del Servicio Penitenciario Bonaerense. La CPM denunció también las pésimas condiciones en las que se encuentran las personas detenidas: hacinamiento, gran deterioro edilicio, falta de alimentación y de atención médica.
Durante el monitoreo, el equipo del Comité contra la Tortura (CCT) de la CPM solicitó la presencia del fiscal en turno y del defensor general a fin de lograr el traslado y garantizar la integridad física de los detenidos denunciantes. De acuerdo a lo expresado en la presentación judicial, los agentes penitenciarios han llegado incluso a plantear a un detenido que lastime a otro a cambio de evitar un traslado a penales más lejanos. La CPM considera que estas situaciones dan cuenta de cómo el SPB gobierna las cárceles mediante la generación de violencia y la instigación a cometer delitos.
De la inspección surgieron 115 acciones judiciales urgentes, un hábeas corpus colectivo solicitando la clausura definitiva del pabellón de guardia armada y de otros 3 pabellones, y varias medidas para que se termine con la gravísima vulneración de derechos de las personas detenidas.
“Constatamos una vez más el funcionamiento de toda una maquinaria que imprime dolor a los cuerpos y a las mentes, una maquinaria propia de las descripciones de Kafka que no tiene nada de ficción”, consideraron desde el equipo de inspecciones.
Hacinamiento extremo y pésimas condiciones edilicias
De acuerdo a los resultados del monitoreo, las condiciones materiales de los pabellones inspeccionados son de extrema precariedad: cables pelados colgando por las paredes de las celdas, no hay camas ni colchones suficientes para los detenidos y tampoco cuentan con baño.
La falta de baños en las celdas obliga a las personas allí alojadas a orinar en botellas y defecar en bolsas, o esperar la media hora que tienen al día para salir de la celda. En la mayoría de los casos para deshacerse de las botellas y bolsas las sacan al pasillo o vacían en el baño cuando abren las celdas, lo que sucede una sola vez por día.
Se constató un grave hacinamiento en toda la unidad. Al momento de la inspección había un total de 830 personas cuando la capacidad del penal, según el mismo SPB, es de 650 plazas. El cupo real con el cual fue inaugurada la unidad era de 350 personas, número que fue modificado posteriormente cuando añadieron un camastro metálico en cada una de las celdas. Esta situación vulnera notoriamente los estándares internacionales establecidos en 7 metros por persona.
Además en un espacio denominado guardia armada, inadecuado para el alojamiento de personas, ubicado por fuera de los muros y cercano al lugar donde se guardan las armas, el SPB también aloja personas en condiciones aberrantes y durante tiempos prolongados. Esas celdas no cuentan con luz natural ni artificial, ventilación, agua, ni calefacción.