Por S.O.S Hábitat
Ahí está!!! Poderosa, esbelta, hasta bella. Por cierto merecedora de otro destino…. Nos referimos a la gigantesca pala retroexcavadora de la Dirección de Hidráulica, hoy destruyendo parte de un recurso natural y colaborando con más contaminación.
Lo que está arrancando del fondo del cauce del río y de parte de su ribera son lodos que él mismo deposita en su diario discurrir. Esos sedimentos contienen mucha sustancia orgánica y por supuesto metales (plomo, cadmio, cromo, y otros), gracias al aporte que las industrias hacen a través de sus efluentes. Los barros, con tiempo, confinan esos metales evitando su traslado a otros lugares y controlan su pasaje al agua. Al tratar de quitar esos sedimentos se aporta oxígeno y los metales por el movimiento se liberan y vuelven a contaminar. Además, la máquina arrastra la flora autóctona de las riberas que son las que, al estar adaptadas, pueden fijar y neutralizar los metales. Para los investigadores, de ningún modo es una buena medida remover los barros del lecho, porque pone aún más en riesgo al río.
¿A dónde irá lo extraído? ¿Quién lo descontamina? Hasta ahora, esos limos van siendo depositados a una distancia aparentemente prudencial del cauce menor, pero ya con estas últimas lluvias y la consiguiente crecida, muchos han desaparecido y buscado seguramente nuevos alojamientos. Pretenden hacernos creer que la rectificación de los meandros y el perfilado de costas será la solución a las inundaciones, y el río tozudamente por años, siglos, milenios ha confeccionado sabiamente y sin descanso ese dibujo que pretendemos vanamente corregir sin éxito.
Es el momento de pensar seriamente preguntándonos si el río avanza sobre el hombre amenazándolo, o es éste el que usurpó su cauce natural arriesgando su propia vida y sus bienes. Proponemos un estudio concienzudo, apoyado en el conocimiento científico, que determine valores y condiciones, que ponga a salvo a la población vulnerable, que en nuestro partido y comparado con otros de la cuenca no es demasiado numerosa. Tener siempre presente que la cuenca es una unidad indivisible y por lo tanto las soluciones deben contemplar el todo de la misma. Recordar que la Hidráulica estudia el equilibrio y los movimientos de los fluídos, mientras que la Hidrología es una de las ciencias naturales que estudia las aguas.
Es el momento exacto para iniciar el estudio de un Código de Ordenamiento Urbano y Ambiental.
Si le damos al río lo que le es propio, las aguas correrán alegremente sin afectar a nadie, y dejarán a su paso toda la riqueza de la que es portadora.
Basta de soluciones ineficientes y de escasa temporalidad.
Basta de usurpaciones de bienes públicos.
Basta de contaminación con efluentes industriales y cloacales.
Basta de carga orgánica que caiga al río.
Basta de residuos sólidos con destino al mismo.
Concuerdo con la nota. Estamos en la creación de la Asociación Amigos de la Reserva Forestal Quinta de Cigordia, en Luján, y somos activos promotores del disfrute y cuidado del río. Coincido en todo con lo que expresa la nota. Estaríamos en contacto para mantener acciones que pongan en evidencia los malos tratos que recibe el río Luján, en contacto también con la gente de Reserva Patrimonio Natural de Pilar. Un fuerte abrazo.