Desde el Partido Obrero repudian la deuda usuraria y piden consulta popular vinculante. La decisión del gobierno de negociar con los fondos buitres y el juez Griesa está lejos de cerrar la crisis de la deuda abierta por el fallo.
Por un lado, no está cómo se va a evitar que el fallo desate una escalada de demandas judiciales por parte de los acreedores que aceptaron ingresar al canje de la deuda. Siendo probable incluso, que los buitres tengan bonos de ese canje, por lo buscarían cobrar dos veces. Pero un arreglo final con los fondos buitre también agravaría la crisis porque incrementaría la deuda externa en otros 15 mil millones de dólares o más, lo que se suma a la nueva deuda contraída por los pagos a Repsol y al Club de París, por cerca de 20 mil millones de dólares. En contraste las reservas netas del Banco Central son de 12 mil millones de dólares. Según declaraciones de los dirigentes del PO.
Los que nos conducen a esa nueva quiebra nacional justifican el nuevo arreglo con los buitres con el argumento de evitar un defol, sin advertir que es el arreglo el que llevará a una nueva cesación de pagos. Es simple la deuda es» impagable».
«Nosotros planteamos que no deben ser los trabajadores los que carguen con el pago de una deuda usuraria que no generaron. La burguesía nacional aboga por pagar porque ella misma tiene la mitad de la deuda externa en su cartera, de modo que un no pago hundiría su valor. No es Argentina la que paga la deuda, sino los trabajadores, el capital no paga, cobra. En oposición a que la camarilla de Cristina-Kicillof decida que la deuda la paguen los trabajadores, desde el Frente de Izquierda planteamos que la decisión quede en manos de una consulta popular vinculante. Por lo tanto, consideramos que la deuda debe pasar por el Congreso para ser analizada, es una deuda ilegítima que no ha sido utilizada para beneficio de la sociedad, sino una especulación financiera que ha permitido el enriquecimiento de algunos en detrimento de millones. Nosotros sostenemos el no pago, pero éste debe implicar una recuperación del ahorro nacional por medio de una confiscación al capital financiero, es decir, que la crisis la paguen los capitalistas y que se recuperen los fondos que han sido vaciados de la Anses y del Banco Central. Esto significa aplicar ese ahorro en base a un plan discutido por los verdaderos productores, los trabajadores»
PARTIDO OBRERO en el Frente de IZQUIERDA