Toda la jornada mostró niveles de complicación elevados en los cuatro puntos cardinales de la ciudad, pero, también en el principal acceso, al menos en cuanto al fluir vehicular. La Ruta Nacional N°5 si bien estuvo casi sin interrupciones, vivió una mañana y tarde muy difícil por verse desbordada de agua, tanto en el Arroyo Balta como en otros sectores donde no daban abasto los desagotes.
Olivera fue un espacio testigo de las complicaciones del agua. Desde Luján y Mercedes, las área de defensa civil recomendaban a los que obligatoriamente debían circular por la autovía ir de Mercedes a Giles por ruta N°41 y de ahí por ruta N°7 a Luján y seguir.
Entre el kilómetro 83 y el 86 el agua era un espejo, como se dice, de orilla a orilla, como una gran laguna, que, además, al pasar camiones generaba olas y mayor circulación. Una situación que hace muchísimos años no se veía.
La situación no va a mejorar en las próximas horas inmediatas. Se espera el agua del escurrimiento de los campos y los taponamientos por la falta de desagüe, algunos de ellos, se sospecha, tapados en emprendimientos privados en diversos puntos de la región.
