Organizada por el Centro de Referencia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y dictada por profesionales de la UNLu, cincuenta estudiantes secundarios de la Escuela Técnica de Gowland participaron de una capacitación sobre “Educación comunitaria para el consumo de alimentos seguros”.
“Desde el año 2014 el Centro de Referencia está llevando a cabo actividades en escuelas secundarias sobre diferentes temas que involucran a los jóvenes y niños como educación sexual, embarazo adolescente, género y violencia, discriminación, autonomía en las personas con discapacidad, actividades lúdicas y de integración para chicos y adultos mayores y este año a partir del trabajo que vienen realizando los profesionales del CDR con la UNLu se dio la posibilidad de incorporar la temática del consumo de alimentos y de la prevención del síndrome urémico hemolítico”, destacó Jorgelina Silva responsable del CDR local.
La charla realizada el día miércoles y de la que participaron cincuenta estudiantes del segundo año de la tecnicatura en alimentos de la “Escuela de Educación Técnica Nro. 2 de Gowland”, fue dictada por las ingenieras en alimentos, Silvia Calloni y María Alejandra Speranza y forma parte de un programa de la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Luján. El objetivo de estas capacitaciones es concientizar a la comunidad sobre la estrecha relación que existe entre la manipulación de alimentos y la salud, destacar la importancia de la inocuidad alimentaria, capacitar sobre los riesgos de las enfermedades de transmisión alimentaria, brindar herramientas para lograr el consumo de alimentos seguros y mejorar los hábitos domésticos en la utilización de los mismos.
Ambas profesionales destacaron que para garantizar al consumidor un alimento seguro es fundamental mantener las condiciones de higiene a lo largo de la cadena alimenticia, desde la elaboración hasta la venta, compra, almacenamiento, cocción y consumo del producto. Asimismo señalaron que garantizar la seguridad de los alimentos es responsabilidad de todos los sectores que forman esta cadena alimenticia, desde los productores al consumidor por ello es imprescindible generar acciones de prevención y las instituciones educativas se constituyen en agentes multiplicadores de información, cambios de hábitos y prevención en cada comunidad.
Una semana antes de la realización del taller se realiza en la institución una encuesta para conocer el nivel de información o desinformación que tienen los chicos y luego se organiza la charla, también se entrega material que queda en la escuela sobre lo que se brindó en la capacitación.
Federico Moyano del CDR, contó que “se trabajó sobre contaminación cruzada en los alimentos, enfermedades como botulismo, salmonela y triquinosis, cómo interpretar los rótulos de los productos; también se dieron consejos para la compra y conservación de los alimentos, se destacó la importancia de la higiene y finalmente se brindó información sobre embutidos y conservas. Este taller además de otro sobre “Conocimiento y Prevención del Síndrome Urémico Hemolítico” está previsto dictarlo la próxima semana a los padres y al personal del Jardín Maternal “El Honguito” y a otras instituciones ya que la temática atraviesa a todos los consumidores”
El Síndrome Urémico Hemolítico es una enfermedad que “en la mayoría de los casos se contrae por el consumo de carne mal cocida, leches y jugos no pasteurizados, aguas contaminadas, manos, superficies y utensillos mal higienizados, entre otros y que son portadores de la bacteria esterichia coli. En el caso del Jardín, se da la posibilidad de dictar este curso también ya que ellos cuentan con un comedor para los chicos y además les pareció importante poder sumar a los padres para que se informen y conozcan sobre esta enfermedad y otras que transmiten los alimentos, como así también aprender a tomar medidas higiénicas adecuadas para la manipulación de los mismos”.
También contó que “en este línea de trabajo también incorporamos a los adultos mayores del Hogar Ulises D`Andrea, quienes junto al chef Nahuel Luna elaboraron pizzas y roscas de pascua que luego se compartieron con el personal del hogar. Hace casi dos años que venimos realizando actividades culturales, recreativas y lúdicas con los abuelos y por eso siempre buscamos incorporarlos en distintas propuestas”.
