En Luján – El arzobispo de la Arquidiócesis Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, fue el encargado de oficiar la tradicional celebración del Tedeum del 25 de mayo, con las presencias de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador Daniel Scioli.
En su homilía, Radrizzani dijo que «ahora nos encontramos ante una nueva etapa de nuestro camino en la historia. Siempre será oportuno cultivar una auténtica convivencia en todos los argentinos, una mayor solidaridad, mayor justicia social y una decidida participación de todos en los proyectos comunes. Promover iniciativas cada día más amplias y generosas a favor de todos, especialmente los más pobres y desprotegidos, social y económicamente. Intensificar los esfuerzos de una promoción cultural y educativa de profunda raigambre humanística para la niñez y la juventud. Volver a encarnar de nuestra vida diaria la cultura del trabajo honesto y abnegado a favor de la recuperación espiritual y material de todo el organismo social».
Además, pidió «revitalizar la familia, la escuela, la universidad, las fuentes genuinas de trabajo, las libertades ciudadanas, incluidas las domésticas. Preservar el espíritu y los valores profundamente cristianos de nuestro pueblo. Sabiendo formular, sea los hombres de la política como los dirigentes sociales, junto con todo el pueblo, una opción clara y firme de la recuperación del hombre y la sociedad argentina, sin más meta que el bien común de la Nación, superando las dificultades y consiguiendo el don inapreciable de la paz social».
Por otra parte, Radrizzani sostuvo que, desde su nacimiento como Nación, «la Argentina ha marchado hacia delante guiada por ese instinto certero que relaciona estrechamente la libertad de sus habitantes con la fidelidad a la herencia recibida de nuestros padres, de nuestros antepasados, que son nuestras tierras, nuestro patrimonio, nuestras nobles tradiciones, nuestra fe cristiana».
«Porque deseamos transformar el presente y organizar un futuro mejor», afirmó el arzobispo. «Queremos seguir creciendo. Queremos seguir cumpliendo con nuestros deberos profesionales, familiares y de ciudadanos con competencia y altura moral, movidos por nuestra condición de hijos de Dios y amando cada día más a nuestra patria. Prometamos hacerlo. Pidamos para ello la ayuda de Dios. En nuestras vidas y nuestros deseos se refleja la esperanza de la Argentina que quiere abrirse a un futuro luminoso; y que por cierto cuenta con la promesa de sus jóvenes, con el trabajo de sus mujeres y hombres, con las virtudes de sus familias, con la alegría de sus hogares, con el ferviente deseo de paz, solidaridad y concordia entre los componentes de nuestra amada Patria».
«Con estos deseos en nuestro corazón estamos reunidos en esta amada Basílica de Luján, cuya reciente refacción le ha devuelto su esplendor original, destacándose el cuidadoso trabajo llevado a cabo por especialistas en la conservación del patrimonio urbano-arquitectónico con aportes de la Presidencia de la Nación. Hoy nuestro querido santuario luce como en tiempos de su inauguración, cuando el 5 de octubre de 1930 se proclamó a la Virgen de Luján patrona de las tres repúblicas hermanas: Argentina, Uruguay y Paraguay», sostuvo Radrizzani, al tiempo que agradeció por esto a Néstor y Cristina Kirchner.
«Estos notables cambios los aprecia de inmediato el atento visitante no bien se ubica en la plaza Belgrano, frente a la majestuosa Basílica y el asombro se incrementa al ingresar al recinto sagrado, donde el espectáculo visual despierta en el alma de los peregrinos una sobrecogedora experiencia de belleza que aviva el sentimiento religioso al contemplar la sagrada imagen e la Virgen rodeada de tan esplendorosa decoración, devuelta ahora a su estado original», relató durante la homilía.
Más adelante, Radrizzani dijo que «nuestros anhelos y legítimas aspiraciones las encomendamos en este día a nuestra madre y patrona, Nuestra Señora de Luján. Así se lo pedimos por intercesión de su hijo amadísimo, para que alcance a cada argentino las gracias y bendiciones que más necesitamos».
Luego, como cierre, leyó unas palabras del papa Francisco instando al diálogo. «Nos dijo a todos los argentinos en la madrugada del día 19 de marzo de 2013 en que iniciaba su ministerio como Sumo Pontífice: «Les quiero pedir un favor: que caminemos juntos, cuidémonos los unos a los otros. Cuídense entre ustedes. No se hagan daño. Cuídense. Cuiden a los nuños, cuiden a los ancianos. Que no haya odio, que no haya peleas. Dejen de lado la violencia, no le saquen el cuero a nadie, dialoguen. Que entre ustedes este deseo de cuidarse vaya creciendo en el corazón».
Fuente: El Civismo