La Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires y el Ministerio de Educación de la Nación enviarán una ayuda económica de entre 40 mil y 80 mil pesos para las escuelas de nuestra ciudad que hayan sufrido las recientes inundaciones, luego de un relevamiento realizado por los equipos de Educación del Frente Mercedino para la Victoria.
Serán más de diez los establecimientos que recibirán el aporte financiero, que sumará en total casi un millón de pesos (920.000).
“A partir del drama de las inundaciones sufridas por todos los mercedinos y al observarse los daños que han sufrido las escuelas, hemos realizado una gestión ante el área de Políticas Socio-Educativas de la DGCyE de la Provincia de Buenos Aires y el Ministerio de Educación de la Nación y llegarán subsidios para los establecimientos afectados”, explicaron los responsables de Educación del espacio que lleva como candidato a intendente a Juan Ignacio Ustarroz.
El dinero podrá ser utilizado en artículos de limpieza, mobiliario, reparaciones y todo aquello que resulte necesario para garantizar la pronta vuelta a las clases de los chicos.
“El objetivo principal es brindar una respuesta rápida y puntual a aquellas necesidades que garanticen la concurrencia y atención de los alumnos damnificados así como el desarrollo de las tareas escolares en condiciones adecuadas, luego de esta catástrofe climática”, agregaron desde el Frente Mercedino.
Y ampliaron: “Los fondos podrán aplicarse en zapatillas, guardapolvos, alimentos, agua, artículos de limpieza, elementos de comedor escolar, transporte escolar, equipamiento y materiales de todo tipo, pintura y todos aquellos gastos que permitan brindar el apoyo y asistencia necesario a la comunidad educativa, para normalizar la concurrencia y el desarrollo de las tareas escolares”.
Las escuelas recibirán un aporte financiero que estará sujeto a las necesidades específicas de cada establecimiento, de acuerdo a la matrícula, a la magnitud del hecho y a la disponibilidad presupuestaria.
“Nosotros venimos trabajando activamente en el desarrollo de propuestas pero por sobre todo en la resolución de problemas, porque la educación no es un slogan, es una práctica, una herramienta política de transformación que es uno de nuestros principales ejes de trabajo, entendida no solo como un medio que nos permite reflexionar y crear conciencia en cuanto a lo que sucede y se hace, sino como motor de personas dinámicas creativas y tolerantes”, contaron desde el equipo de Ustarroz.
“Por eso que las políticas educativas tienen para nosotros una función social esencial, de ruptura de las diferencias sociales, económicas y culturales de los diferentes actores, generando una verdadera inclusión que venga a articular desde lo local con los diferentes programas nacionales y provinciales”, concluyeron.