El prestigioso médico mercedino Darío Barsotti se mostró preocupado por el recorte presupuestario de 450 millones de pesos que el gobierno de Mauricio Macri le aplicó al hospital pediátrico Garrahan, en el que se desempeña como Jefe de Clínica, y recordó que la situación se viene repitiendo «desde hace varios años», aunque esta vez tomó mayor trascendencia pública «porque fue más importante el monto».
Barsotti, quien viaja diariamente desde Mercedes a CABA para cumplir su función en el reconocido nosocomio de 7.30 a 16, dijo también que «la falta de recursos impacta directamente sobre la atención y los servicios de alta complejidad» que brinda el hospital; y aseguró que «darle visibilidad» al conflicto «permite que la gente se involucre, porque en definitiva también es cuidar su bienestar».
El recorte de recursos «es motivo de preocupación porque impacta sobre la atención en nuestro servicio de alta complejidad, que está destinado a personas que carecen de recursos de nuestro país y de Latinoamérica. No estamos paralizados, se siguen haciendo cosas, pero esta caída en el presupuesto no es gratuita», dijo el pediatra en diálogo con la periodista Analía Cáceres (Estilo ACH, FM Universo).
«Esta caída viene desde hace varios años y en diferente magnitud -agregó-. No es la primera vez que falta partida presupuestaria por parte del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Pero esta vez fue un poco más importante el monto».
El profesional mercedino recordó que entró al Garrahan en 1997 como residente (hoy es Jefe de Servicios en una sala polivalente y tiene más de 30 personas a cargo) y que el hospital tiene una planta de más de 3.500 personas. «Si se pone en números lo que es el Garrahan, asusta. Por la cantidad de personal, de camas, de servicios que se brindan, de chicos que se atienden. Y la alta complejidad, además, consume muchos recursos. Por eso impacta tanto esta medida».
«El recorte no afecta un servicio en particular sino que es general -explicó-. Pero sí hay varios proyectos que se ven frenados. Por ejemplo tenemos un Centro Oncológico Integral prácticamente terminado y está frenado».
Barsotti también habló de la importancia de hacer «areglos edilicios. Al ser tan grande el hospital hay que estar encima de cada cosa todo el tiempo y no es un tema menor. Uno quiere atenderse en un lugar que esté bien, porque sino la gente empieza a desconfiar. Sí que es importante la hotelería».
El mercedino también pidió «hacer una mesa amplia de diálogo» con intervención de todos los sectores «porque la salud pública es un tema de todos. Hay que discutir en que se van a gastar los recursos, cómo llegar a los sectores más vulnerables»; y adelantó que el 7 de octubre se hará un nuevo abrazo simbólico al hospital, «porque si se visualiza el problema la gente participa, hace que cuide su propio bienestar».
Finalmente, Barsotti contó que el recorte presupuestario «no afecta los sueldos»; pero sí impacta tanto en la calidad de la atención de los pacientes como en la propia situación del personal: «Además de lo salarial está lo vocacional, hacer lo que a uno más le gusta, que es una retribución aparte, y eso es lo que afecta. Si te sacan la posibilidad de trabajar adecuadamente es como que te sacan del lugar».
