Eduardo “Wado” De Pedro declaró como testigo en uno de los juicios que busca responsables de la represión vivida en el país allá por el 2001 durante el gobierno de Fernando De la Rua. Lo hizo como dado que fue parte de los agredidos y golpeados por las fuerzas de seguridad.
Las actuaciones judiciales se están llevando a cabo en el Tribunal Oral Federal N° 6 de Capital Federal el juicio oral en la causa N° 1527 caratulada “Mathov, Enrique José y otros s/abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público”, en la que se investigan los hechos ocurridos el 20 de diciembre de 2001. El Tribunal está integrado por José Valentín Martínez Sobrino, Rodrigo Giménez Uriburu y Adrián Martín
En su declaración en la causa en la que están procesados el ex secretario de Seguridad Enrique Mathov, el ex jefe de la Policía Federal comisario Rubén Santos; el ex superintendente de Seguridad Metropolitana Raúl Andreozzi; el ex director general de Operaciones Norberto Gaudiero y otros 13 policías que abrieron fuego sobre los manifestantes, De Pedro aseguró que el instrumento de tortura fue utilizado por dos policías uniformados y uno de civil para obligarlo a subir a un patrullero, remarcó la agencia Telam.
«En ese momento, sentí en la pierna izquierda y por la zona del riñón un calor muy fuerte acompañado de descargas eléctricas, que hizo que se me aflojara la pierna con un ardor indescriptible. Alcancé a gritar ‘Con picana, no’, y finalmente me metieron en el patrullero», sostuvo ante el Tribunal.
Eduardo “Wado” De Pedro tenía aquellos días 25 años, militaba en la organización HIJOS y trabajaba en la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN).
El actual funcionario declaró que aquella mañana se dirigía a la Cámara Nacional Electoral, en 25 de mayo al 2001 en momentos en que estaban reprimiendo a las Madres de Plaza de Mayo y fue ahí donde terminó siendo parte de la represión.
«Mientras caminaba por Diagonal Norte hacia allí, vi que, a pesar de la poca gente que circulaba, venía la policía montada dispersando violentamente a la gente», recordó y agregó que en ese momento «pasó un cuatriciclo policial» y su bolso «o bien se enganchó en la moto, o bien lo arrebató uno de los policías», por lo que se dirigió hacia donde estaban «los patrulleros, la policía montada y las motos, para reclamarlo».
«En el momento en que le fui a preguntar a un policía por mi bolso, sentí que me tomaban por el cuello entre varias personas, y uno vino con el caballo y me pegó con la fusta. Traté de explicar por qué estaba ahí, que reclamaba mi bolso, pero comenzaron a meterme en un patrullero que estaba con la puerta abierta», relató.
De Pedro añadió que al gritar su pertenencia a H.I.J.O.S., los policías respondieron: «Ah, este es de H.I.J.O.S» para que «A partir de allí, a las patadas, palazos y picaneadas (con picana portátil), se sumaron los insultos y amenazas de muerte (“vos te haces el guapo, pendejo, sos boleta, etc); finalmente me subieron al patrullero, con un policía uniformado a mi derecha, uno de civil a mi izquierda, y otro al volante», dijo De Pedro.
Luego de recibir múltiples castigos y de que el vehículo chocara, De Pedro fue llevado a la Guardia del Hospital Argerich.
«A eso de las 12:30 me vio un médico, quien pidió que me sacaran las esposas. Cuando el policía se acercó para sacármelas, me dijo que no me hiciera el pelotudo», evocó De Pedro, quien ante un hábeas corpus presentado por el CELS recuperó la libertad desde el hospital.
“Estuve privado ilegítimamente de mi libertad y nunca figuré, como sí lo hicieron otros detenidos, en el Libro de Entradas de la Comisaría actuante, a más de haber negado que estuviera detenido ante distintos testigos en la misma Comisaría”, finalizó.
Fuentes: Telam y C.I.J