El Parque Municipal Independencia tiene más de cien años y se encuentra en un momento que quizás podría ser considerado el peor de su historia. Entre falta de gestión, descuido del vecino que asiste e inundaciones el panorama es desolador.
En los últimos tres años fueron varias las inundaciones que sufrió. Allí por 2013 debieron incluso reparar una pared que se cayó de la pileta olímpica con que cuenta debido a la presión del agua del Río Luján en una de las tantas crecidas.
Hace dos años se pintaron baños y vestuarios que durante el último fin de semana se vieron limpios, incluso con personal asignado, pero con la clara necesidad de mejoras de fondo.
El denominado parque nuevo tiene menos infraestructura, sin embargo la imagen que presenta no es mucho mejor.
Desde hace años no hay parrillas dado que eran constantemente robadas. La cancha de básquet y su escenario están en el abandono absoluto. Quizás la última vez que tuvo vida digna fue en uno de los encuentros de motos allí realizados. Muchos recuerdan cuando llegó a tocas, gratis, nada más y nada menos que La Renga.
Actualmente se puede alegar que las últimas crecidas del río le han hecho mucho daño, arrastrado basura y traído un crecimiento de la maleza. Lo que no se puede explicar es cómo no se remueve esa basura, las ramas, el pasto largo, los objetos rotos.
Además de la falta de mantenimiento se encuentra el panorama poco feliz de que al costado de la pileta se montó un mini corralón. Tractores, máquinas, hierros tirados, objetos rotos, aceite, lo que imaginemos está afeando el panorama.
El Parque Municipal tuvo algún momento de mejoras, entre el 2011 y 2013 aunque rápidamente empezó a caer y llegar al pésimo estado de la actualidad. Dependiente formalmente de Turismo y con participación de la Dirección de Deportes sigue siendo una deuda para toda la ciudad y quizás uno de los asuntos que la saliente gestión no pudo resolver.
Podrá alegarse que requiere presupuesto e inversión y es entendible. No lo es que ni siquiera se junten las ramas, se corte el pasto o se lo limpie, en especial en el “corralón” improvisado en el corazón del parque viejo.
La futura gestión deberá tomar cartas en el asunto. Por un lado porque fue una promesa de campaña. Por el otro porque de seguir así terminará convirtiéndose en un mega terreno baldío. La ciudadanía también debe repensar el cuidado que le da, evitando dañarlo más de lo que ya está.
El parque municipal independencia supo ser orgullo mercedino.