A través de una comunicación a lo medios, el Comité de Distrito de la Unión Cívica Radical recuerda y conmemora el centenario de la primera elección del voto secreto en el país. El 2 de abril de 1916 se emitía el voto secreto por primera vez en el país tras la sanción de la Ley Saenz Peña.
«Así quedó extinguida toda una época de desdoros y descréditos que tan enormes daños y perjuicios causaran a la Nación, por el empuje incontrastable y el impulso poderoso de una ética política cuyos rasgos de luz vivificante perdurarán mientras la patria tenga vida en la eternidad».
Con esta frase don Hipólito Yrigoyen resumía, en escrito presentado ante la Corte Suprema de la Nación el 8 de setiembre de 1931 en defensa de su gobierno ignominiosamente derrocado el 6 de setiembre del año anterior, el proceso de instauración en la República Argentina del voto obligatorio, universal y secreto,
tarea en la que había sido actor primordial desde que, en 1910, fuera convocado por el doctor Roque Sáenz Peña.
Primero Córdoba, luego Entre Ríos, y el 2 de abril de 1916 -hace hoy cien años- se votaba » en serio» en la República. Concurrió a las urnas el 62% del electorado. La UCR obtuvo 336.980 votos, el conservador Partido Autonomista Nacional 155.187, el Partido Demócrata Progresista 63.098, el Partido Socialista 52.215 y la UCR disidente (esperanza de los conservadores para que la UCR no obtuviera los electores suficientes) 28.267. Se consagró por los electores la fórmula radical Yrigoyen-Luna y don Hipólito fue Presidente a partir del 12 de octubre.
El Comité de Mercedes de la Unión Cívica Radical se regocija en este centenario y lo comunica a todos los mercedinos para que se unan al festejo porque a partir de entonces -salvo los períodos en que la voluntad popular fue atropellada y usurpada por civiles fraudulentos o militares antidemocráticos- todos podemos elegir nuestras autoridades. Por nuestra parte tenemos la satisfacción de conmemorar la llegada a la Presidencia de nuestro máximo líder, uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical.
Su presidencia fue ejemplar. En esos seis años Argentina tuvo una política exterior plenamente soberana: se condonaron las deudas que tenía Paraguay desde la Guerra de la Triple Alianza, se honró a España declarando Día de la Raza el 12 de Octubre, se mantuvo la neutralidad en la Guerra Mundial y se invitó a los países de Latinoamérica a adherirse a esta posición, ante el hundimiento de dos cargueros argentinos por submarinos alemanes se pidieron y obtuvieron de parte de Alemania explicaciones, desagravio a la bandera y pago de indemnización, frente a la invasión de Santo Domingo por EEUU se homenajeó la bandera dominicana y no la de los invasores por un buque argentino surto en el puerto de Santo Domingo, se retiró el representante ante la Sociedad de las Naciones por no garantizarse los derechos de los países pequeños.
En Educación se crearon tres mil escuelas primarias y cincuenta secundarias, sobre todo de artes y oficios, y se apoyó la Reforma Universitaria de 1918. En lo social y económico se implantaron por ley las jubilaciones de los ferroviarios y se les concedieron préstamos para vivienda, y se construyeron barrios de casas para trabajadores, se creó la empresa estatal Yacimiento Petrolíferos Fiscales poniéndose a su frente al General Mosconi, por primera vez en el comercio de granos la Argentina fijó los precios como vendedora, se instó a empresarios y obreros a convenir pacíficamente sus relaciones, se hizo cumplir la jornada de ocho horas de trabajo, se sancionó la ley de arrendamientos rurales fijándose como mínimo el plazo de cuatro años, los derechos individuales rigieron plenamente y la prensa pudo criticar abiertamente al gobierno.
La falta de número suficiente en el Congreso, sobre todo en el Senado, impidió que se concretasen: el código de trabajo, la marina mercante, la reglamentación del trabajo de yerbatales y obradores, el Banco Agrícola, el Banco Central, la Gendarmería Nacional, la ley de reglamentación del petróleo, la ley de salario mínimo, entre otras.
Y dejó como herencia un partido caracterizado por su ideología de inspiración igualitarista, representante de las clases bajas -los «compañeros desposeídos» como los denominaba Alem- y también de las clases medias, defensor de los derechos sociales y en busca permanente del desarrollo y de la dignidad humana.
Firma: Comité de Distrito de la Unión Cívica Radical Mercedes (B)