Por Ariel Musante / El estadio Carlos V de Jáuregui se vio colmado como pocas veces en la historia. A la habitual popular que siempre se llena y la platea que habitualmente se completa, se agregó la habilitación de la popular visitante, que también estuvo colmada. La ilusión permanece.
Mientras la hinchada de Flandria iba preparando la fiesta desde muy temprano, con sus banderas, colocando papelitos y entregándole cartulinas amarillas y negras a los que iban ingresando, los viejos conocedores de los pasillos del Carlos V recordaban que hacía mucho tiempo no se vivía un día como el que finalmente ocurrió en Jáuregui.
Cerca de 5 mil almas se acercaron al estadio para vivir una jornada histórica como la del ascenso de la C a la B hace menos de dos años, o como en 1998 cuando fue campeón de la C para convertirse en un habitual equipo de Primera B Metropolitana. Además, desde ese tiempo hasta la fecha, sólo dos veces jugó un reducido para ascender a la B Nacional, mientras que ahora tiene su primera chance de subir en forma directa a la segunda categoría.
Almirante Brown fue el partener de turno. Ya salvado del descenso, vino a cumplir y resistió lo más que pudo, hasta que Pedro Sosa puso el 1 a 0 final a cinco minutos del final. Ahora se viene la última fecha, contra Atlanta, que en los últimos diez minutos se lo dio vuelta a Platense y sigue presionando para que el próximo domingo a las 13, en Villa Crespo, se defina la historia.’
