Por Clarisa Altieri – «Ante el desinterés generalizado, la falta de apoyo y de oportunidades. Tiempos de Papel = Espacio Cultura cierra definitivamente su lugar», escribió Pedro «Tato» Deluca en su muro de Facebook. «Los espacios culturales independientes no tienen oportunidad de desarrollo en este momento. Una verdadera pena», agrega Tato.
Tres actividades quedan programadas en el Espacio Cultural Tiempos de Papel. Este sábado 13 la previa al Festival de Poesía, el domingo 14 una actividad para los más chicos a cargo de Susana Otermín y el sábado 20 de agosto, la última, el grupo La Vereda que vuelve a presentarse en la ciudad.
A partir de ahí, el espacio cultural que tiene la librería deja de brindar fechas para nuevos eventos. Ciento cincuenta artistas de todas las disciplinas han presentado sus obras allí. Algunas de ellas excelentes, otra no tanto, pero que sí merecían conocerse. Conocer la obra y conocer al artista autor detrás de ellas.
El desarrollo de un espacio cultural va más allá de la economía, que sabemos por estos tiempos está complicada – por no decir dificilísimo – para los centros culturales. De primera mano conozco el esfuerzo que hacen los artistas vocacionales y profesionales para llevar adelante un espacio cultural. Armar eventos, convocar gente, publicitarlos, lograr que los vecinos conozcan lo que hay en la ciudad. El desarrollo de los espacios culturales en nuestra ciudad, también cuesta porque el público mercedino no se hace presente. El desinterés se hace presente aún cuando el evento es gratuito.
Esto me llevó a plantear preguntas que en los ámbitos culturales las vengo escuchando hace una década. Que yo misma busqué y ensayé respuestas, pero nunca las encontré efectivamente o no fueron satisfactorias: ¿Qué pasa que los eventos culturales no son acompañados por los mercedinos? ¿Qué hay que hacer para atraer al público? ¿Qué disciplinas artísticas son las que más atraen a los vecinos? ¿Por qué, todavía, hay vecinos que no conocen espacios culturales? Están son algunas que me surgen y me preocupación se intensifica cuando veo eventos culturales gratuitos en espacios municipales o de Centros Culturales creados por colectivos de artistas que no tienen gran repercusión.
Desde hace once años, cubro, escribo y hablo en los medios de comunicación de Mercedes sobre hechos culturales en la ciudad. He cubierto exposiciones de pintura, escultura, fotografías; conciertos de música de todos los ritmos, encuentros literarios, festivales de danzas, obras de teatros. En espacios de la comuna, en espacios de colegios profesionales, en espacios privados, y sobre todo en centros culturales que se construyen y mantienen a pulmón. Tal vez en los últimos meses un poco menos por cuestiones personales, pero sigo asistiendo a algunos.
Desde la observación directa he visto cómo el público de los eventos culturales es siempre el mismo. A veces creo que puedo tomar lista de quiénes están y quiénes no. Otras veces, en el encuentro con los artistas pregunté: «¿qué habrá pasado que no vino tal o cual persona?» y la respuesta podía ser: «no sé, qué raro no?». Claro que el público presente varía según el o los artistas que convocan. Por ejemplo, si es una muestra colectiva o la actuación de una “escuela” de alguna disciplina particular, los familiares y amigos directos de los protagonistas de ese evento, llenan el espacio. Aunque las figuras en común también aparecen.
Sin embargo, hay algo que comprendí estos años de periodismo en el área de la cultura mercedina y los espectáculos de los artistas locales. Son muy pocos los artistas locales que van a ver los trabajos de otros artistas locales. No hablamos de, por ejemplo, músicos que visitan muestras de pinturas. Lo más grave es que músicos no van a ver a otros músicos, grupos teatrales no van a ver puestas en escena de otros grupos teatrales, y artistas plásticos no conocen la obra artística de colegas. Por supuesto hay excepciones, pero en estos once años de observación y entrevistas, conocí a artistas que no conocen la actividad de otros artistas, y a veces, ni conoce al propio artista.
Aunque cada mes abre un bar que presta su espacio para que los músicos canten mientras los clientes consumen, y la programación de los espacios público se saturan por los pedidos de artistas plásticos locales e invitados. El cierre de un espacio cultural debería preocuparnos a todos. Principalmente a los artistas que cada vez ven más acotado los espacios para presentar sus obras. La cultura es nuestra historia y nuestra identidad. Los espacios donde presentamos nuestra cultura, son nuestra identidad. Los artistas son nuestra identidad.
*La imagen es meramente ilustrativa, aunque corresponde a la inauguración de Tiempos de Papel – Espacio Cultura.
*Prohibida la reproducción parcial o total sin la previa autorización de la autora.
Comparto plenamente el criterio de Clarisa .
Hace años atrás a las salas y lugares de exposición con
curría mucha gente.¿Debido a qué se habrá perdido el interés.
¿Nos hemos transformado tanto?
Gracias, Clarisa por tu columna. Es muy verdadero todo lo que analizás sobre nuestro proceder como actores culturales. Sin las charlas que se vienen repitiendo una y otra vez desde hacwe años (al menos yo las escucho desde los años ochenta cuando empecé a involucrarme)
Cuál habrá sido la inversión de Silverio Carlos Luna que construyó la 1º Sala de Ensayos que hubo en Mercedes, 33 casi esquina 36, y que no contento con eso invirtió en la construcción del Club Ambassador en 43 y 34 que tenía dos pistas, comodísima cantina, baños y un escenario único para la década de 1960, con un subsuelo para vestuario de los artistas. Además como aquel lugar todavía era de calles de tierra, hizo -de su bolsillo- veredas hasta la esquina de 32 y 41, para inaugurar con la Figura Estelar y Más Taquillera de la Argentina de entonces, Julio Sosa, más otros artistas. Yo era muy chiquito, pero me acuerdo de aquella noche fría de julio o agosto en que al Ambassador sólo habían ido mi familia y Julio Sosa. ASI que no es fácil el asunto; aunque por eso mismo DEBERIAMOS JUNTARNOS entre todos para buscar las maneras para EVITAR que ese agradable espacio cultural deje de funciuonar como tal. DALE. ALGO VA A SALIR. ¿Sí?
El gran problema de la Sociedad Mercedina… totalmente sectorial..!!!! y se hace sentir en todos los aspectos, educativos, sociales, culturales.. Una pena realmente..!!