«Cada fotografía guarda un recuerdo que vale la pena conocer». Con esa idea, el Ministerio de Desarrollo Social organiza en hogares de Mercedes encuentros para que los mayores cuenten momentos importantes de sus vidas. Un buen ejercicio para estimular la memoria y compartir sus experiencias.
Detrás de una fotografía hay siempre un acontecimiento que desea ser contado. Puede ser una historia de amor en la adolescencia, un recuerdo de la infancia con amigos, un encuentro especial en la adultez. No importa la edad, registrar momentos en la vida de una persona ayuda a generar ese sentimiento de haber vivido con alegría.
Para los adultos mayores que residen en los hogares Villa Abrile, Ulises D`Andrea y Divina Providencia, contar sus historias mediante fotografías resultó ser una experiencia que atesorarán para siempre.
“Una foto, una historia” es una iniciativa que impulsa Desarrollo Social, a través del Centro de Referencia Mercedes, para que las personas mayores que viven en hogares puedan fortalecer los vínculos afectivos entre ellos. La actividad busca impulsar la participación de los residentes y, sobre todo, que tengan la oportunidad de sentirse protagonistas.
Oscar Pascarelli (61) vive en el Hogar Ulises D´Andrea. Con una foto en su mano cuenta una anécdota de 1972: “Era un hermoso día de sol en primavera. Fuimos hasta Lobos -a 70 km de Mercedes- junto con mi primo Julio y un amigo Pedro Verón en mi moto “la Pumita”. Fuimos a disfrutar de una jineteada, guitarreada y algunas décimas criollas”.
Al lado de Oscar se sienta Irma Antunovich, otra de las residentes, quien a sus 84 años tiene ganas de relatar su historia de amor. Para eso, presentó la foto de su casamiento: “Fue el 15 de enero de 1950, un día muy especial, muy caluroso y estaba nerviosísima. Nos casamos a las 20.15 horas en la Iglesia San Luis de Mercedes y los padrinos fueron mi hermano y su señora. La ceremonia y el festejo fueron hermosos”, cuenta emocionada.
Cada uno de ellos, espera el turno para seguir mostrando a sus compañeros fotografías que representan aquellos instantes inolvidables. Acontecimientos referidos a sus oficios, viajes y encuentros familiares, momentos que los marcaron de manera significativa y que les dejaron una huella importante en su camino. Al mismo tiempo que estos adultos mayores exhiben sus imágenes, el fotógrafo Mariano Fuaz les toma instantáneas. Pasado y presente quedan plasmados, entonces, en un mural lleno de fotos.
Esta propuesta creativa llevada adelante por el equipo del CDR que trabaja con adultos mayores -Natalia Barsotti, Silvio Paredes y Federico Moyano- se complementa también con actividades de estimulación cognitiva, memoria, lenguaje, atención y concentración, para que las personas mayores mejoren día a día su calidad de vida. Porque mantener vivos sus recuerdos los conectan con su presente, con su historia y con su identidad.
Fuente: Centro de Referencia Mercedes