Luciano Villa se consagró campeón Panamericano de Kick Boxing en México que se realizó entre el 26 y 30 de octubre y tras su llegada al país habló en el programa El Pulso, que se emite de lunes a viernes por FM La Tribuna y comentó que «entre las dos peleas bajé un kilo aproximadamente. En la última, en el último pesaje, estaba en 77 kilos y medio. Los dos mexicanos que me tocaron en el grupo fueron muy duros, ambas fueron completas, no las pude cortar antes, hubo que pelearlas. Eran tres rounds por pelea y si termina en empate, hay un round más. Al usar las manos y las piernas, el consumo de aire es el doble, por eso no llega a diez o doce rounds, no hay cuerpo que lo banque por más profesional que seas».
Además, reconoció que «cuando el árbitro me levantó la mano, me quebré. Lloré como media hora».
También comentó cómo fue su rutina en esos cuatro días: «Había que estar muy concentrado. Estuve en un hotel All Inclusive muy lindo y fueron cuatro días en donde no pisé la playa antes de empezar a competir. Todos los días me levantaba a las 6.30 para pesarme a las 7 y empezar a entrenar y luego descansar. Preguntaba cuando peleaba y me armaba el día. Después de la competencia recién me pude relajar y conocer la playa, porque en los cuatro días de competencia para mi, ese paisaje era sólo una postal»
«Los mejores eran los estadounidenses, canadienses y brasileros. Me tocaron en el grupo dos mexicanos. Cualquiera que mire boxeo saben que los mexicanos son muy duros, que soportan muy bien el castigo. Peleé contra chicos más pesados que yo en mi carrera, pero estos dos eran muy fuertes, me quedaron las piernas destruidas. El planteo que ellos hacen es de bajarte con un sólo golpe a potencia plena. No te podes relajar y hacer una pelea combinada y vistosa. No quiere decir que hayan sido poco técnicas y desprolijas, pero fueron muy intensas todo el tiempo. Encima yo siempre peleo por debajo de mi peso. Ahora lo hice en 77 kilos y ellos estaban en 81. Lo máximo que pude subir fue a 79. En el hotel comía todo lo que podía, siempre sano, claro, para no llegar débil y poder dormir bien y nunca tuve miedo a pasarme de peso. El primer oponente era más petiso y gordo y el segundo tenía mi altura», relató.
También señaló que «entre todos los argentinos que fuimos tratamos de alentarnos, el tema es que no podés estar desde las 8 de la mañana y durante el día haciéndolo porque tenés que priorizar el descanso, la concentración y la pelea, porque por más que nos alentemos todos, en el ring estamos solos».
Pensando en el futuro, Villa manifestó que «ahora estoy descansando de los golpes, me quedó muy golpeada la pierna izquierda, tengo la tibia muy golpeada. De tanto nervios y stress el cuerpo tarda en recuperarse. De acá a fin de año no hay más nada. Mi idea era clasificar para el Mundial en Polonia, pero mi categoría Kick Boxing en Ring no participa. Así que, mi próximo objetivo es pasar a K1 que, tiene como diferente del Kick, que podés usar la rodilla del clinch y algunas cosas más que lo hacen más violento y tiene más contacto cuerpo a cuerpo, es la versión con más contacto que existe. Es la cúspide del Kick Boxing y quiero entrar en 81 kilos de K1, para eso, tendré que volver a ganar el Nacional y luego el Panamericano»