En la noche del martes 20 ocurrió un suceso que puso en alerta y conmocionó a todos los vecinos de la localidad de Agote: un hombre de 69 años fue encontrado muerto en la casa donde moraba con signos de haber sido agredido, en horas de la madrugada.
Se trataba de Mario Oscar Casati, un jubilado que hacía dos años vivía en una casa de calle 516 entre 509 y 511 de la localidad. Según indicaron los vecinos, hacía alrededor de dos años que estaba allí, cuidando la propiedad de un familiar suyo y hacía changas.
No muchos tenían trato con él, cuentan que era un hombre reservado y de poca charla.
En las primeras horas del miércoles, un sobrino suyo que solía ir a quedarse algunos días a la casa de vez en cuando llegó y lo encontró tirado en el piso de la cocina ya fallecido, al lado de la mesa y con signos de una agresión en la cabeza severa.
Muchas fueron las versiones en torno al suceso. Lo cierto es que Casati era muy reservado y no se sabía demasiado de su vida. El martes a la tarde fue a uno de los almacenes del barrio y compró una caja de vino y cigarrillos. Ello llamó la atención porque el hombre no fumaba y la almacenera del lugar le preguntó por la compra. El hombre le dijo que “esperaba una visita” y nada pareció fuera de la normalidad.
Precisamente esa visita que tuvo compartió con él la cena, fumó de esa caja de cigarrillos y tomó vino junto con él. Y quedó evidenciado en la mesa de la cocina donde el hombre fue encontrado, en donde al momento del hallazgo aún quedaban los platos y los cubiertos.
Los peritos estiman que esta persona que lo acompañó a cenar estuvo por algunas horas con la víctima. No se sabe qué ocurrió, pero de pronto, esta persona tomó un palo (parecido a una varilla que se usan en los alambrados que utilizaba Casati para trabajar la hendija inferior de la puerta que da al patio para que no ingresen sapos a la casa) y lo golpeó fuertemente en la cabeza. El golpe se lo dio desde atrás, a traición, mientras estaba sentado a la mesa y luego un segundo golpe en la espalda lo dejó al hombre tumbado en el suelo, y al poco tiempo producto de ello perdió la vida.
Tras ello, “la visita” se fue de la casa, cerró con llave y la arrojó afuera entre el pasto y unas plantas que hay en la entrada del lugar.
Hasta que llegó su sobrino, no se sabe cuánto tiempo después de la tragedia, y le llamó la atención que la reja no estuviera cerrada como de costumbre. Ingresó por otra puerta, ya que la que acostumbraba a utilizar estaba cerrada y se encontró con la peor escena.
Aún no se ha podido determinar la autoría del hecho. Los investigadores están abocados a poder determinar si una moto que el hombre utilizaba asiduamente – y que no estaba en la casa – podría haber sido hurtada por esta persona para irse del lugar.
La autopsia da cuenta que el vecino Casati tenía un severo golpe en la cabeza que le produjo un corte y una hemorragia interna que fueron los desencadenantes de su deceso. El golpe fue producido con un elemento contuso cortante, cargado de energía externa lo que se condice con la teoría de que alguien lo golpeó con ese palo que se encontraba en la casa y que fue encontrado en el lugar del hecho.