Textual Bisemanario El Civismo. El verano elevó la temperatura en los pasillos de la Asociación del Fútbol Argentino. El dinero por la televisación no aparece y las instituciones se hunden en las arenas movedizas financieras. Así, parece difícil que los torneos se reanuden a principio de febrero.
En diálogo con EL CIVISMO, Pablo Gatti, presidente de Flandria, afirmó que “el panorama lo vivo con mucha preocupación, con mucha angustia. No veo el panorama muy claro, al contrario. La verdad es que no alcanzo a vislumbrar una salida, que es lo más preocupante. Estamos en una encerrona porque la AFA hoy no tiene conducción. De los cuatro miembros de la Comisión Normalizadora, uno tiene un problema de salud y está internado (Armando Pérez); otro vive en Paraguay (Carolina Cristinziano); otro nunca asumió las funciones (Pablo Toviggino) y de hecho acaba de denunciar al resto de la Comisión; en definitiva, a la AFA va un solo miembro (Javier Medín). Así la gestión es imposible”.
Además, sostuvo que “de los tres objetivos que le puso la FIFA todavía no se cumplió ninguno. El gobierno públicamente dice que a partir del 1º de enero no pone más dinero en fútbol. Pero esta Comisión Normalizadora legalmente no tiene el poder de rescindir el contrato de Fútbol para Todo ni firmar otro con un privado”.
En tal sentido, opinó que hay que “convocar a una asamblea para empezar a tomar decisiones y darle forma a todo. Son los asambleístas el órgano dirigencial reconocido por la FIFA y por las leyes argentinas para elegir a un nuevo presidente y para tomar decisiones de fondo que tengan que ver con la AFA. La Comisión Normalizadora no tiene facultades para, por ejemplo, decidir sobre la rescisión de contrato con Fútbol para Todos. O firmar un nuevo contrato de televisión. Yo entiendo que es la asamblea la que tiene ese poder y esa facultad. Pero nadie la convoca. Entonces estamos atrapados”.
“Hoy por hoy, diría que es imposible que arranque el campeonato en febrero –adelantó Gatti-. Si vos me decís a mí cuál es la solución, creo que hay que llamar a asamblea, que haya elecciones y que se elija un presidente que arme un equipo de trabajo para empezar a encontrar las soluciones para el fútbol argentino. Ese sería el recorrido y el camino óptimo, perfecto, ideal. Hoy es imposible que el fútbol arranque”.
– ¿Cuánto es el dinero que le deben a Flandria?
– Mirá, yo te voy a decir el dinero que cobramos. En todo el semestre, cobramos 5 millones de pesos.
– ¿Y cuánto deberían haber cobrado?
– Públicamente, la Comisión Normalizadora nos afirmó que íbamos a cobrar 9 millones de pesos, es decir, 1,5 millones por mes.
– ¿Y esos cuatro millones que faltan? ¿Cuál es la explicación: es deuda o nunca los van a recibir?
– Yo creo que no lo vamos a cobrar más. Ojalá pudiéramos cobrar el proporcional de diciembre, que no cobramos nada. El resto lo doy por perdido.
– ¿Cómo influye en las arcas del club el faltante de un dinero que estaba contemplado?
– Nos impacta porque era un ingreso que nosotros teníamos presupuestado. No solamente para cumplir con los compromisos asumidos sino también para hacer un montón de mejoras, de obras. Obviamente, eso quedó postergado. Y apenas, y con mucho esfuerzo de los dirigentes, estamos pudiendo cumplir con los contratos.
– ¿Hablar del tema de refuerzos y de cómo encarar el semestre es imposible?
– Hoy hablar de refuerzos es mirar otro canal.
– Te noto resignado por toda esta situación.
– Sí, porque no veo una solución. Siento que estamos atrapados, encajados. Le metés para adelante, para atrás y no salís. Ojalá que alguien convoque, junten todas las partes para encontrar una solución.
– En este planteo que hacés de convocar a asamblea, ¿ves algún dirigente como candidato de consenso?
– No creo que haya consenso para elegir a un candidato. Pero en definitiva a mí eso no me preocupa. Acá lo que tiene que haber es elecciones con candidatos que tengan proyectos. Y que gane el proyecto más votado, los candidatos que convenzan a los dirigentes que su proyecto es el mejor proyecto. Y al que le toque ganar, tiene que conformar un equipo de trabajo y asumir la conducción. No existe más la AFA que conocimos conducida por una sola persona. Lo que tienen que hacer los dirigentes con aspiraciones es elaborar un proyecto y convencer al resto que el suyo es el mejor. No hay salvadores. No hay ningún dirigente que pueda llevar esto adelante solo.