En un sentido acto llevado a cabo en el cementerio local junto a su familia se concretó el arribo de los restos de Ana Teresa del Valle Aguilar, víctima de la última dictadura Cívico Militar que vivió nuestro país. El intendente Municipal Juan Ignacio Ustarroz fue parte encuentro junto al Diputado Nacional Eduardo de Pedro, la Comisión de Vecinos, Familiar y Amigo de Mercedes, vecino y funcionarios.
Los restos arribaron a Mercedes tras un arduo y destacado trabajo del “Equipo Argentino de Antropología Forense”. Fue tras realizar un estudio de ADN a Carlos Aguilar, su hermano, que vive en nuestra ciudad
Carlos, su hermano, ante los presentes expresó que “quiero dar las gracias a muchas personas, al equipo de Antropología Forense, con Maco a la cabeza que gracias a ellos pude cerrar un círculo que teníamos en mi familia y darle una sepultura a mi hermana. A Juani, el intendente de Mercedes, que gracias a la colaboración, que me facilitó mucho las cosas. A Marta, que es fundamental” y sostuvo que “Ana Teresa fue secuestrada, torturada y muerta, tan sólo por ser militante de un partido. Ojalá que no vuelva a pasar y los chicos de hoy que militan en un partido no solamente por ser militantes sean discriminados.”, afirmó Carlos.
Tanto el intendente como la familia también destacaron la labor de la fiscalía que trabajó que llevó a cabo una gran tarea investigativa. El oficio religioso estuvo a cargo del Padre Jorge Bruno. Desde ahora, los restos de Ana Teresa reposan en nuestro cementario.
Ana Teresa del Valle Aguilar Villalba es nacida en Santiago del Estero. Al momento de su desaparición era estudiante de Medicina en la UBA, de donde fue secuestrada ilegalmente y desaparecida, para ser recluida en el CCD conocido como Club Atlético, junto a otros tres compañeros, Julio Panebianco, Norberto Gómez y Elena Kalaidjian.
El 18 de marzo de 1977 los cuatro fueron trasladados del CCD hacia la calle Labardén al 300, en las inmediaciones de la cancha de Huracán, en el barrio de Parque Patricios de la Capital Federal. Allí fueron asesinados indefensos dentro de un automóvil Citrôen 3CV color amarillo, en uno de los tantos simulacros de enfrentamiento de las FFAA contra organizaciones armadas.
Los restos de los cuatro desaparecidos fueron enterrados intercambiados y entremezclados en fosas individuales el cementerio de la Chacarita, donde fueron hallados, lo que motivó dificultades para que sus familiares pudiesen identificarlos. A pesar de ello, su identidad fue recuperada gracias al trabajo de los profesionales del Cuerpo Argentino de Antropología Forense.
En marzo del corriente año, Carlos Aguilar, vecino de Mercedes, fue llamado a realizarse la muestra de ADN para comprobar la compatibilidad con los restos de su hermana, la cual dio positiva y permitió la identificación y restitución de los restos de la estudiante santiagueña, desaparecida y asesinada por la dictadura genocida.
Fuente: Prensa Municipal