El último sábado se llevó a cabo una nueva edición de Literal Mammbo en el Museo de Arte. La propuesta contó con el apoyo de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Mercedes. Disertaron artistas, escritores y periodistas especializados.
Algunos pueden pensar que la literatura futbolera es un género menor dentro del arte de las letras o directamente no creer en su seriedad o éxito. Muchos escritores han participado con su literatura dentro de infinitas colecciones que narran historias que el fútbol regala. Aún aquellos que, como el mismísimo Borges y su encomiable Bioy, definiendo a este deporte como “popular, porque la estupidez es popular”, hayan escrito “Esse est percipi” una suerte de génesis futbolera vista por ojos de otra galaxia.
Quienes conforman Literal Mammbo, este grupo que ha nacido para aportar más cultura a la cultura, fueron más allá y el sábado provocaron que el Museo de Arte de la Municipalidad de Mercedes latiera como el corazón del barrio de la Boca. Porque allí, en medio de lecturas, música y aplausos, el artista plástico Gustavo Navone pintó en vivo una vez más la mundialmente reconocida cancha de Boca Juniors.
En un marco de recepción plena, como la hinchada que ve con grandes ojos el triunfo necesario, participaron Diego Tomassi, escritor autor de “El caño más bello del mundo” un libro sobre Juan Román Riquelme, ese ser tan venerado como descalificado por la opinión pública, de quien aprendió a entender que “la velocidad de la vida que llevamos no nos deja ver ni sentir lo que pasa nuestro alrededor. Por eso, cuando veo a un tipo parar la pelota en la mitad de la cancha para entender qué sucede cerca o lejos de él… lloro”.
También, Walter Perruolo, mas riquelmista que mercedino, desplegó una oda al buen pie, a la pegada exquisita y a los sentimientos que desprenden babas de placer cuando, promediando el encuentro, citó con su “Me dijeron que era lento” la mejor versión del jugador de Boca retirado, por esas cosas que ni la vida ni el fútbol podrían jamás explicar, en Argentinos Juniors.
Casi sin querer, todo se transformó en un homenaje en vida al Riquelme de la camiseta boquense, porque el editor y cofundador de la revista “Don Julio”, Ignacio Fusco, contó la poco conocida parte de la historia que sucede en el campo de deportes de River Plate y que tiene a un Juan Román probándose en el equipo de Núñez. Aunque ni el fútbol ni el brasileño Vladem Lázaro Ruiz Quevedo, más conocido como “Delem”, el cazatalentos ídolo de River, quisieron que así sea.
Capítulo aparte para Ana Brea, que distribuyó en forma amena y entretenida el protagonismo de los disertantes sin dejar espacios ni motivos para levantarse de la platea. Así, convocó a Andrés Monferrand a que contara su experiencia sobre la edición de “Gambeta Cero”, un libro de cuentos futboleros escrito por mercedinos que agotó su tirada rápidamente. Hizo lo propio con Natalia Cardozo y Natalia Martin quienes, cada una desde sus pasiones, leyeron relatos de Fontanarrosa y Alejandro Dolina respectivamente.
No ha pasado un Literal Mammbo más, sino uno muy especial. Fue allí donde se conjugaron las letras y la pelota en una sólida comunión cargada de corazones tribuneros.
Fuente: Prensa Municipal