El próximo 27 de agosto, 19,30 horas, se inaugurará la muestra “Pelo y barba. El oficio del peluquero” en el Museo Míguez. La puesta contempla el pasado de este oficio que marcó tendencia a lo largo del tiempo y convirtió a sus trabajadores en verdaderos artistas. Habrá representaciones teatrales y piezas de gran valor histórico y cultural.
“…Yo quisiera ser como una de esas mujeres que vuelven locos a los peluqueros diciendo: Más arriba; más corto; no, del otro lado; no, más hacia el centro”, se la escucha decir desde la sala contigua a una de las clientas de Perla. En realidad, es Gabriela Bourdieau la que está ensayando su discurso mientras Sergio Dematei se prueba una peluca voluminosa de un castaño profundo y brillo asombroso. Las demás escuchan, ya con sus cabezas en el personaje. Y también en el secador de pie “Carle” que llega al Museo desde otros lugares emblemáticos. Todos colaboran. Todos proponen. Todos visten las salas de exposición del Museo Histórico Víctor Míguez pensando en el próximo 27 de agosto, el día seleccionado para conmemorar el homenaje a los peluqueros de la ciudad y el mundo entero.
Se sabe que este oficio, antes, era ejercido sólo para la nobleza que, en el siglo XIII, utilizaba en Europa, grandes pelucas, sobre todo en Francia. En esa época el peluquero era varón y se encargaba de mantener las pelucas, no el cabello natural.
La fecha real es el 25, día en que se santificó al rey Luis IX de Francia, quien durante su gobierno, entre 1261 a 1270, jerarquizó a su peluquero a quien declaró hombre libre. Así, el hombre pasó de ser plebeyo a estar a la altura de los caballeros, jueces, médicos y magistrados. Luego se conocieron los barberos y peinadores que se encargaban de afeitar, teñir, peinar y arreglar las uñas de los varones. Porque de tocar a una mujer, ni hablemos. Si esto ocurría, recibía un castigo. La mujer. El peluquero, no. Era así.
En la oficina principal del museo, donde está la computadora y el teléfono, hay más personas comunicándose con otros trabajadores del rubro. Los invitan a que se acerquen con nuevas propuestas para realizar durante los dos meses en los que estará presentada la muestra. Ya se sabe que habrá desfiles por épocas y que también se presentará un portfolio, pero para eso falta. Ahora la preocupación es ver desde dónde se colgará el espejo de “Perla Canon – Peluquería”, esta performance que realizará el reconocido estilista junto a Gabriela Bourdieau, Eliana Ramponi, Gabriela Florella y Magui Uncal. Allí representarán una peluquería de los años ´70 donde expresarán textos de Ángeles Mastretta, Hebe Uhart y Silvina Ocampo. Caracterizados en tiempo y espacio, los artistas ofrecerán un viaje al pasado con los detalles más intrínsecos de una peluquería de época y lo están ensayando.
Se pelean por una silla, caminan tropezando con las demás, hablan todo el tiempo. Las mujeres, Perla incluida, exteriorizan sus deseos verdaderos, esos que sueñan cada vez que entran al mundo de un coiffeur, reducido a tijeras, cremas de baño y secretos a voces. Los sacan a la luz, los comparten, los entienden bien.
Están tan entusiasmadas como el resto del equipo, que ya cuenta con la experiencia de haber hecho, el año pasado, una muestra bellísima sobre “oficios rurales”. Y este año, la familia de Inocencio Frade hizo una donación que sirvió como disparador: equipos completos de peluquería de todo tipo y color. Para no desaprovechar, claro.
Por eso se pensó en la importancia del peluquero. De él y del pelo también. Y de sus características y sus modas y todo lo que conlleva el visitar una peluquería, no sólo para embellecerse, sino también para conversar. Hablar de todo y de todos. O escuchar, que es mucho más sano y no genera culpa.
De eso se trata. Y también de poder homenajear a Miguel Ángel García, un peluquero clásico de mujeres que ha fallecido el último año y que merece un espacio en este espacio, porque se lo recuerda siempre en su taller de arte estilístico en la avenida 16 o previamente en la 30, dueño de todos los peinados de la década del ´70. Peinados artísticos, porque Miguel Ángel era un artista. Muchas obras de arte de la humanidad se recuerdan por sus peinados: Cleopatra, María Antonieta, los Emperadores Romanos, Las Meninas de Velázquez. Es decir, el pelo como instrumento artístico destacado y el peluquero como ejecutor de ese instrumento clave de cada época.
Todo esto, el próximo 27 de agosto, a las 19.30, en el Museo Histórico Víctor Míguez. Pelos, pelucas, peluqueros. Un repaso por la historia de los más afamados artistas locales, representados en carne viva por otros tantos artistas. Para ver, disfrutar y recordar aquellos raros peinados nuevos.
De esta manera, la Municipalidad de Mercedes, desde la Direccion de Culutra, continúa apoyando las distintas expresiones culturales.
Fuente: Juan Ferrandis para Prensa Municipal