Por TeCleArte* – Múltiples sensaciones produjeron en los espectadores las seis tramas propuestas por los LiteralMAMMbo, más mammbeados que nunca parecería, que presentaron el sábado último. U]n Juego de Trama, breves, que unió pinturas, fotografías, literatura en forma de relato y en dramaturgia y a directores y actores. Múltiples sensaciones que van desde la risa al ver bailar a una secretaria, al llanto por una mujer en diálogo con su niña interior, pasando por la reflexión, los sonidos resaltados en la oscuridad, la rutina y su angustia y el erotismo del momento de soledad.
En el Museo de Arte de Mercedes desde el martes no había entradas para las tres puestas en escena que se proponían para este Juego de Tramas. Habían calculado funciones de menos de una hora con 25 personas como espectadores, pero que la demanda hizo que fuesen cuarenta en cada uno de los tres horarios y la intensidad del recorrido mereció más de una hora por función. La cantidad de espectadores colmó las expectativas de la organización y de los espectadores asiduos de los eventos culturales.
La fila en la puerta del Museo de Arte con los visitantes que esperaban para entrar en cada una de las funciones se hacía cada vez más larga pese a tener las entradas. Uno de los LiteralMAMMbo les daba la bienvenida en la entrada y explicaba que serían seis puestas en escenas las que verían, cada una en los diferentes espacios del centro cultural, cada una de las tramas teatrales estaba inspirada en un texto que a la vez estaba inspirado en una pintura o fotografía que forma parte del patrimonio cultural de la ciudad y del MAMM.
El recorrido empezó en una parte de la sala B. La pintura inspiradora era “Camino Rojo” de Juan Carlos Brambiya. En base a este lienzo, Magdalena Uncal escribió un texto homónimo para que Guillermo Pájaro dirigiera a Delfina Cechetti, quien se transformó en una secretaria que ocupaba el despacho de su jefe. Bailaba, añoraba, reía, hasta que una llamada telefónica replantea la situación.
Luego, el grupo de espectadores se traslada a la sala D. Allí, Dulce Santi y Matías Rocha, los actores de esta trama, ubicaban a cada uno de los presentes, para luego instalar el cuadro “Fosas Comunes” de Nandy Zambon. Una pintura sombría que recuerda los peores años del país. Esta imagen inspiró a Juan Guinot a escribir “Verde Oscuro” y le permitió a Magdalena Uncal dirigir la historia de estos dos hermanos, en su habitación, tratando de dormir uno y esperando a sus padres la otra.
La sala A sería el escenario de la tercera trama. En esta, el elemento disparador sería la fotografía “Poiesis” de María Maldonado, el texto sería de Ana Brea. Tanto una como lo otro describen en erotismo femenino. A través del juego con el cuerpo y la danza, Sergio Blanco armó una puesta en escena en donde la bailarina y actriz Marina Cabral era la figura central entre luces y sombras. (Ver Video Aquí)
El patio del Museo también fue utilizado como escenario de la representación teatral de Patricio Uncal dirigido por su hermana Magdalena. En esta trama, lo esencial para el espectador era conectarse con todos los sentidos. No podía sólo escuchar las palabras, que eran pocas, sino que tenía que moverse en la oscuridad, oler, adivinar tal vez qué estaba haciendo esa persona viviendo en la calle, delante de todos y no vista por nadie. Inspirado en Betty Campi y su pintura titulada “Bruma” el texto literario es autoría de Solano Pérez.
De vuelta al interior del MAMM, la quinta trama se desarrolló con la sala C. Una pintura a la que Judith Ghiani no quiso poner nombre, le permitió a Eliana Ramponi escribir “La Otra”. Muchos de los presentes se emocionaron cuando esos textos fueron dichos por Lelé Falabella y su nieta Paula Fal, demostrando la herencia recibida. Ambas fueron dirigidas por Carolina Ezcurra que está pronta a estrenar otra puesta en escena.
El cierre de las seis tramas y de este juego que unió artes escénicas, imágenes estáticas y literatura, se dio con la representación dirigida por Jorge Naipauer, junto a Inés Nosa, sobre un relato escrito por Marcos Tabossi que el espectador desconoce en su totalidad, pero que el autor se sorprendió al ver el resultado final. Chipy Romero, Vanesa Aschero y Gustavo Tonatto son tres oficinistas, hastiados de la rutina, los horarios y las llamadas telefónicas. Corren, corren, corren, detrás de ese supuesto tren que inspiró toda la trama. Esa inspiración que fue el cuadro de René Peralta titulado “Salven el Tren”.
“Juegos de Trama” es una propuesta que el grupo LiteralMAMMbo hizo para este mes de septiembre, teniendo en cuenta el patrimonio cultural del Museo en lo que hace a pinturas y fotografías. Mucho fue el público que se quedó afuera por el espacio y espera que la propuesta se repita. Algún día en que los horarios de actores, directores y escritores puedan acordarse.
*Clarisa Altieri