«Un ángel de fuego ha partido a su reino»

Por Graciela Medina – Algunas personas nacen destinadas a ser Héroes,héroes de la vida, héroes cotidianos y deben tomar esa difícil determinación de entregarse al prójimo, de dejar en cierto sentido, de ser dueños de sus vidas, y de arriesgarlas para salvar las de otros, esos son los Bomberos Voluntarios. Roberto Ferrari, tuvo su primer ‘recompensa’ esa que muchos no llegan a conocer a pesar de largas vidas de entrega al prójimo.

Siendo muy joven salvo su primer vida, algo que no tiene comparación, que no puede comprarse, que no podemos comprender los simples ciudadanos de a pie, en su caso fue un niño que jugaba con su hijo y cayo al agua, su rápido accionar realizándole RCP hasta llegar a la clínica, sin duda, según los médicos que lo atendieron, salvo su vida. Aquel primer episodio, lo marcó para siempre, quizás mas de lo que él, desde su timidez admitía y durante toda su existencia se dedicó a ser Bombero Voluntario. ¡Que otra tarea lo entrega todo sin esperar nada a cambio, arriesgándose hasta el límite por quien lo necesita!.

Roberto llegó siendo muy joven al cuartel, ese por el cual trabajo hasta que sus fuerzas se lo permitieron, aprendió de los mejores y se convirtió en uno de ellos y llegó a ser su Jefe, porque en esta Central 27 que tanto amaba y por la cual tanto dio, estuvieron, están y estarán los mejores, los que en su paso por aquí aprendieron que la entrega, la capacitación y el amor por la comunidad, los hacen seres muy especiales.

Habría tantas cosas para decir de alguien como Roberto Ferrari, tantas imágenes que están relacionadas con momentos de su vida como un Servidor Público, uno muy destacado, que pudo llegar a serlo, en su trabajo por sus compañeros en el cuartel o en los servicios y por su familia apoyándolo y apuntalándolo para que pudiese continuar con su tarea hasta el final. Hoy a comenzado un recorrido nuevo, seguro, sin dudarlo en un autobomba ya estará recorriendo el cielo, aunque desde aquí abajo, no podamos escuchar la sirena.

Allí se encontrará con otros compañeros, que se fueron antes y le enseñarán a tomar las curvas entre nubes y a enviar mensajes prendiendo y apagando algún lucero. El les contará historias de su vida, de Norma su compañera inseparable, de sus hijos adorados, de su querida Central 27 y de sus inolvidables compañeros y habrá recuerdos e imágenes, que son tantas que tendrá para charlar mucho tiempo. Aquí te seguiremos recordando, agradeciéndote por todo lo que has hecho, por el amor a tu comunidad, por tu ejemplo de hombre bueno, por la horas y los días robadas a la familia en pos de tu pueblo.

Muchas veces me he preguntado, que les dirá Dios a los Bomberos, quizás … quizás, solo les abra la puerta, les de un abrazo sincero, porque sabe mas que nadie, que han conocido el infierno, y a pesar de eso, no lo han pensado y han vuelto para tenderle una mano, a aquel que estaba en aprietos.

Seguro Dios pensará, que nuestro mundo no es tan bello, porque hemos perdido un ángel, porque un ángel de fuego, hoy ha partido a su reino.

Gracias por tanto. Q.E.P.D Roberto.

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