La comunidad educativa de “Padre Ansaldo” homenajeó al padre Héctor Cuchietti colocando su nombre a la calle 114 entre 13 y 19 tras haber sido solicitado al Concejo Deliberante de la ciudad. Se descubrió una placa en el pilar del frente del establecimiento.
Autoridades y representantes legales del Instituto Padre Ansaldo compartieron junto a los cerca de mil alumnos de los tres niveles de la institución un acto por la imposición de nombre a la calle 114, entre 13 y 119, como “Padre Héctor Cuchietti”. Fue este miércoles por la mañana en 15 y 114.
La propuesta fue presentada ante el Concejo Deliberante y este la aprobó en homenaje a este sacerdote, del que se destacó su “afán evangelizador” que lo llevó a fundar la escuela, instituto y jardín “Padre Ansaldo”. “Fue un verdadero pastor de almas que levantó una escuela sin más auxilio que el de la comunidad mercedina, y merecía un homenaje”, se comentó en el acto de nombramiento de la calle del frente del edificio escolar, proyecto aprobado por la ordenanza 7939/17.
Así es que se descubrió una placa en el pilar del frente del establecimiento, junto a los representantes legales Julio Cámpora, Roberto Latapié y Alejandrina Cerulli, la licenciada Marilú Munárriz, del equipo directivo; la concejala Aída Laporta, Monseñor Darío Kling y los párrocos Federico Lagoa y Alejandro Trobo. Lagoa procedió a la bendición de la placa en recuerdo de Cuchietti.
La profesora Liliana Hernández dirigió unas palabras sobre el proyecto de denominación de calle en homenaje que se concretó, y habló de “sentimientos y recuerdos” que hacían difícil la objetividad. “El padre Cuchietti caló muy hondo en cada uno de los que lo conocieron”, dijo Hernández y dejó en claro que “ninguna palabra es suficiente para dar valor a todo lo que él emprendió”.
“El supo aprovechar cada momento siempre con un claro espíritu de servicio, de entrega y amor al prójimo. Amor que se extendió a toda la comunidad”, expresó sobre este pampeano que estudió en el Seminario y luego quedó arraigado a esta comunidad.
También destacó su “entusiasmo, sacrificio y trabajo”: “Sabía que le costaba, pero también sabía que se podía. Porque con esfuerzo todo se logra”, indicó la profesora Hernández ante el millar de alumnos reunidos en el acto e integrantes de la comunidad entre los que también hubo algunos padres.
“Decía las palabras justas, en el momento justo. Era una persona íntegra, perseverante, fiel a su vocación, que era amar a Dios y a su prójimo. Y aquí está su obra, por eso es importante este reconocimiento, devolverle a él un mínimo de todo lo que nos dio”, completó la profesora Hernández.
Por último, un grupo de alumnos, junto a la profesora Florencia Chena, entonaron la canción “Junto a tí, María”, que fue acompañada por los presentes.
Fuente: Instituto Padre Ansaldo