La Opinión de Pergamino. Todo lo bueno que había cosechado Juventud a lo largo de este torneo Federal B quedó concluido en la noche del miércoles cuando sufrió más de la cuenta y tuvo el peor momento del torneo.
El único gol del partido fue marcado de penal en el minuto 46 del primer tiempo. Martínez se equivocó en el fondo, Salvaggio le robó el balón y el volante de Juventud cometió penal. El penal fue convertido por intermedio de Marcos Salvaggio. Para el segundo tiempo el local se quedó con dos jugadores menos, Jerónimo Casadidio a los 23 minutos por doble amarilla y Juan Ignacio Martínez a los 34. Para “compensar”, el árbitro Bruno Amiconi expulsó a Lucas Abetti al mismo tiempo que a “Juani”.
Como era de esperar, con un arbitraje que dejó mucho que desear y los ánimos caldeados, cerca del cierre del partido hubo incidentes y Amiconi debió parar el juego. Una cierta cantidad de hinchas celestes invadió el campo de juego, con lo cual todo quedó suspendido.
Quedaron fuertes sospechas de que el arbitraje fue adverso a propósito contra Juventud. Aunque también hay que destacar que varios hinchas celestes repudiaron desde las redes sociales la actitud de aquellos que invadieron el campo de juego, a sabiendas que será perjudicial para el club y sentará malos antecedentes en el Consejo Federal.
La terna arbitral tuvo que ser asistida por efectivos policiales además de tener que salir en ambulancia por haber recibido cortes en la cabeza y golpes en su integridad física. Uno de los asistentes fue el más perjudicado.
El técnico Adrián Antonetti había dispuesto la siguiente formación titular: Patricio Abraham; Nahuel Suárez, Bruno Senegalles, Jerónimo Casadidio, Juan Cruz Marrone; Germán Bentos, Juan Ignacio Martínez; Germán Pérez, Lucas Fernández, David Rubio; y Diego Raya.
Así, se terminó el sueño y el año para Juventud, que pese a todo cayó de pie aunque tenía todo dado para seguir adelante y mereció más.