El pasado 15 de junio fue detenido un comerciante acusado de abuso sexual agravado. Esta semana, tras una intensa recopilación de elementos probatorios, se le dictó la prisión preventiva tanto por las pruebas en su contra como así también por posibles peligros procesales.
Vale recordar que el hecho tomó trascendencia una semana antes de la detención cuando se supo que se realizaría la Cámara Gesell para determinar la veracidad de los dichos de una niña de 9 años.
Según la denuncia realizada por los padres de la menor, habría sido víctima de un abuso en momentos de encontrarse en la casa del ahora detenido. A pesar del fuerte hermetismo judicial –para preservar la identidad de la menor- trascendió que el hecho denunciado habría acontecido en momentos que la niña estaba en la casa del imputado, padre de una compañera de colegio de ella.
Tras el resultado de la Cámara Gesell y atendiendo el pedido del titular de la UFI 2 y del propio particular damnificado el juez de garantías ordenó la detención.
Preventiva
Si bien desde el Ministerio Público Fiscal se mantiene a la fecha el hermetismo en torno al tema, se supo que este viernes, el Juzgado de Garantías dictó la prisión preventiva para el imputado.
De acuerdo a algunos datos que pudieron conocerse, el delito que se le atribuyó es el de “Abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por haberse cometido por el encargado de la guarda”. Para los investigadores y el juez de Garantías la prueba fue considerada suficiente para convertir la detención en prisión preventiva, tomando en cuenta diversas pericias efectuadas, opiniones de psicólogos y expertos en la temática, entre otros elementos.
A ello se le sumó que el imputado se habría negado a practicarse una serie de pericias de interés para la investigación y trascendió que tras su detención habrían surgido dos nuevas denuncias de presuntas víctimas de un delito similar cometido por el mismo sujeto siendo estas – al momento de su comisión – aún menores de edad también.
(Fuente: El Nuevo Cronista)