(Por Asamblea de Mujeres Mercedinas, Feminista y Diversa) Como movimiento en movimiento, como personas sensibles, atentas y comprometidas, lamentamos tener que escribir esta nota de repudio. Esto no es solo una reacción, es un llamado urgente a la reflexión.
Decimos lamentamos porque, apoyamos y defendemos la libertad de pensamiento y expresión. Y no es la expresión lo que aquí se marca y rechaza, sino las formas y significados que sugiere y explicita.
Estamos consternadxs. Nos sentimos heridxs, enojdxs, impactadxs por el contenido falso, desagradable y violento del mural realizado en calle 12 y 21 por el grupo autodenominado “provida”.
Invitamos a «hacer un esfuerzo” para detenernos sobre qué nos «dice» esta imagen, qué connota, qué sentidos subyacen a la elección de los elementos con los que trata de transmitir algo, pero que sin embargo, «refleja » lo opuesto.
Cuando alguien decide hacer una acción de comunicación, pública y plástica, manifestándose -se supone- elige qué elementos, palabras, colores, etc. utilizar. Nada es inocente pero, tal vez, no tan conciente.
Observemos. Veamos.
La mujer-silueta
¿Qué nos dice esta silueta de mujer sin rostro? ¿Sin cabeza..?¿Esta mujer con su mano detrás, pasiva y a merced de lo material y simbólico, que en «su» cuerpo, se disputa?
¿Es una mujer sin mirada, sin cerebro? ¿Sin identidad? ¿Sin decisión?
¿Un cuerpo sometido, intervenido, manipulado sin cuidados, sin contemplar su necesidad y deseo, sin empatía ni compasión?
La mujer cosificada. La mujer objeto. La mujer envase.
La mano- de arriba.
Esa mano desde «arriba»(qué connota ¿poder, cielo, paraíso, Dios?) tomando, interviniendo invadiendo, sugiriendo un gesto de cuidado pero, ignorando completamente el cuerpo, que atropella y violenta.
Ese, es el lado de la «mano»(pañuelo celeste) que se adjudican. Esa mano, tomando además, al supuesto feto, (nos arriesgaríamos a decir, que a juzgar por su tamaño y en relación al cuerpo de la madre, esa criatura, ya está al nacer si es que no está ya, para la cuna); para «darlo» en adopción. Sin perder de vista, claro, que le niñe por nacer, ya se está chupando el dedo.
Detengámonos aquí. Si estas personas, se informaran y además estarían interesadas en que otros conciudadanos se informen, también, acerca de qué trata la ley por el derecho al ABORTO, LEGAL, SEGURO Y GRATUITO, sabrían, que el tamaño de ESE «bebé», no está dentro de las condiciones que contempla dicha ley, para ser ejecutada.
El proyecto de ley dice claramente que, para que pueda realizarse el aborto en condiciones seguras es hasta las 14 semanas.
No nos extenderemos en esto, porque confiamos en que esta vez, sí, se tomarán el trabajo de informarse, investigar y asesorarse sobre este debate que tanto, nos importa a todxs.
Pero, sigamos viendo.
La otra mano – de abajo.
Quizás, esto sea lo más agraviante, falaz y violento.
Esta «otra» mano, desde abajo, en oposición a la anterior (connota pueblos explotados, pobres, peligro, infierno) pañuelo verde -que no son ellxs, que desconocen, denigran y ofenden- practicando un supuesto aborto legal. Y otra vez, la contradicción. Otra vez, la ignorancia, la desinformación.
¿A quién se le ocurre que una intervención quirúrgica, médica, profesional y segura, vaya a ser practicada de esta manera? De hecho esto se parece bastante a un «aborto clandestino”, a los que se someten las mujeres, todos los días, sin opciones o recursos y, por los que sufren terribles secuelas y muchas, muchas, pierden la vida. Procedimientos, que la LEY DE ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO se propone eliminar.
El elemento- cortante
No vamos a entrar a divagar acerca de qué instrumento o mejor dicho herramienta, intentaron representar. Lo que nos importa en éste punto del debate, donde se ha discutido en diferentes ámbitos públicos, profesionales y políticos: ¡Y hasta hemos conseguido la media sanción en la Cámara de Diputados!, lo que realmente preocupa y lo que impulsa este repudio es la ViOLENCIA.
La violencia explícita de cómo se introduce semejante ELEMENTO en la vagina de «la mujer sin cabeza».
Eso eligen mostrar. Apelando a una emocionalidad forzada por la brutalidad de la situación representada, intentando anular la mirada reflexiva del observador.
Es falsa, efectista, hiriente y agraviante para nosotrxs como luchadoras de pañuelo verde y para cualquier persona sensible y racional.
De fondo-Símbolos.
La bandera. Símbolo que nos representa a todxs los que habitamos este suelo. La patria. Y ahí, tal vez, se les escapó la tortuga. Ahí también incluyen a la mano con pañuelo verde. Todxs formando parte ¿Bajo el cielo y el infierno argentinos?
El Rosario. Símbolo de la fe cristiana. Representa, contiene sus misterios y el poder de su oración. Lo Sagrado. Lo Inconmensurable de lo divino.
Nadie puede entrometerse en las elecciones y sentimientos religiosos o espirituales que cada persona elija transitar y vivenciar. Somos concientes de las fibras profundas que toca en el ser humano. Este mural, apela a esos sentimientos profundos, al combinarlos con información falsa, los perturba, manipula y denigra.
Esto vemos. Y se ve. Se puede ver en una pared de una calle de nuestra ciudad. Enorme, sobre nuestra bandera, sobre nuestros derechos, mintiendo e hiriendo. Esperamos, esto no sea tomado como un agravio o provocación. Tal vez este mural, esta reflexión, esta respuesta, sea un espejo, para ver, para vernos, más sinceramente, más de cerca, más reales.
ASAMBLEA DE MUJERES MERCEDINA, DIVERSA Y FEMINISTA. Julio de 2018. Mercedes (b)