Dos de los históricos colaboradores del Intendente Julio César Gioscio, Alejandro Molle y Juan Carlos Benítez, lo recuerdan en un nuevo aniversario de su fallecimiento:
«Se conmemoran 14 años del fallecimiento de Julio C. Gioscio, hombre absolutamente probo en la función pública, caracterizado por su conducta ética y el pragmatismo en la acción de gobierno.
Siete veces electo como Intendente Municipal, 1962, 1973, 1983, 1987, 1991, 1995 y 1999, alcanzó realizaciones en obras públicas, salud, acción social, viviendas, educación, cultura, producción que pasados los años son aún significativas, valga recordar mas de 400 cuadras de avenidas y calles pavimentadas, mas de 700 cuadras construidas de agua corriente y cloacas , 650 viviendas construidas en dominios adquiridos en sus diferentes periodos a saber, barrios : San Martin, Esperanza, Autocostrucción, Los Robles, Eva Duarte, Mutti, Lopardo, Ravello, Favaloro y contando entre ellos el programa Familia Propietaria, construcción de Teatro Argentino, creación del Museo Victo Miguez, la escuela Polivalente de Arte, Conservatorio de Musica, refaccion total del Museo Ameghino Marin, Centro Cívico de calle 25, construcción de Planta Depuradora Cloacal, prosiguiendo en otros rubros gestiones personalizadas para cuarto piso y consultorios externos del Hospital Dubarry, construcción de Escuela 35, escuela media n°1, y en cuanto a la producción es de recordar sus gestiones para radicación de Magromer, Karavell, Matadero y Frigorifico El Mercedino, Lycra Dupont, Dimex, Aceros Borroni, Effem gestiones llevadas a cabo en tiempos muy difíciles como la violencia política de los años 70, la hiper inflación de los 80 y los lecops y patacones del inicio del milenio, también es bueno recordar sus acciones junto a expresiones populares como las manifestaciones que se oponían al límite de 100 Km para radicación de industrias, al cierre de la Escuela de Gendarmeria Cabo Romero que logro su reapertura antes de los 2 años de su cierre, y a la iniciativa del entonces gobierno provincial de instalar una unidad penal justamente en escuela de gendarmería, que le trajera la enemistad con quien era gobernador de la provincia.
Muchas otras cuestiones podrían enumerarse, pero tal vez mas importante fue la cercanía con el pueblo, pues su despacho no fue el único lugar de atender cotidianamente peticiones, reclamos y propuestas sino también una mesa del Bar Capurro o simplemente un banco de la plaza San Martín donde por las tardes escuchaba, contemplaba y proyectaba acerca de su gran amor que fue Mercedes».