Por TeCleArte – Este martes 18 de septiembre falleció la poetisa Ilda Rodríguez de Valle. Radicada en Mercedes desde hace varias décadas, la mendocina falleció a los 87 años. Sus restos son velados en la casa velatoria de calle 22, entre 37 y 35 para ser llevada mañana, 11.15 hs, al Cementerio Parque luego de pasar por la Parroquia San Luis.
Cerca de ciento cincuenta premios ganó Ilda en toda su carrera como escritora y poetisa. Su voz pausada en cada recitado trasladaba a los ocasionales oyentes a conocer sus palabras rimadas. En 2008 fue reconocida por la Municipalidad de Mercedes como una de las personas destacadas en el ámbito cultural. Similares reconocimientos le dieron distintas instituciones de la ciudad en diferentes años por el Día de la Mujer.
Desde que llegó a Mercedes que empezó a escribir zambas, fue compilando decenas de carpetas con miles de hojas con sonetos, romances o cuentos. Algunos de sus trabajos se compilaron en pocos libros propios y antologías locales, otros fueron triunfadores en distintos concursos.
En 2011 ganó un premio en Mar del Plata. Desde Mercedes recibió emocionada esa distinción. El poema ganador lo tituló “¡Guitarra!”. A la memoria de Ilda Rodríguez de Valle, lo compartimos:
¡Guitarra!
¡La savia sublime del árbol que fuera!
Casi humanas formas. Talle hermoso y fino.
Música de lluvias, sol de primaveras,
magia de gorgeos, tibieza de nidos,
tejieron la trama de curvas perfectas
desde donde parten arrullos de trinos.
Dos manos amantes te acarician, tiernas,
mil duendes convocan sueños y suspiros
y el alma del árbol entonces despierta
¡se estremece, vibra, se torna algo vivo!
Transita la esencia del tiempo en tus cuerdas,
desperezan dentro musiqueros grillos,
doradas chicharras siesteras se aprestan
a ensayar un coro de místicos himnos
poblando tu caja armónica y bella
de cálidos, graves o alegres sonidos.
¡Amiga guitarra, corazón de estrellas!
Esparce en el aire tus cantos dormidos,
memorias del árbol de noble madera
que te enriquecieran con voz de infinito.
¡Despierta esas voces y que ellas enciendan
las fibras que animan todos tus latidos,
que todos los sueños que en tu caja alientan
irán por el mundo por Dios bendecidos!
