Sesenta y cinco años transcurrieron desde que se llevó adelante la Asamblea Constitutiva de la Cámara Económica Mercedina. Fue el 27 de septiembre de 1953 que se aprobó la fusión del Centro Comercial e Industrial (conformada en 1927), la Asociación Propietarios de Bienes Raíces (nacida en 1944) y la Unión de Comerciantes e Industriales Buenos Aires (de 1945). Las tres entidades actuaban de manera separada en representación del comercio, la industria y la propiedad raíz.
Unos meses antes a ese septiembre de 1953, las tres entidades fueron citadas por la Agencia de la Subsecretaria de Trabajo, el Centro Comercial e Industrial y la Unión de Comerciantes e Industriales, a los efectos de ratificar la actualización del convenio 108 para empleados de comercio. Comenzaron a hablar y a pensar en la función con el fin de unificar criterios, fortalecerse institucionalmente y resaltar la representatividad del comercio y la industria local.
Con la fusión aprobada, establecen el nombre de la nueva entidad, el estatuto por el cual se regiría y se designó una Comisión Provisoria encargada de realizar todos los trámites del caso ante la Dirección de Personas Jurídicas para la obtención de la personería.
Las autoridades definitivas se establecieron en una nueva asamblea general. José M. Ripoll presidió la comisión provisoria. En tanto, Emilio Sampol Torello presidiría la primera comisión directiva a partir de 1955. A lo largo de los años, los socios de la entidad se sintieron honrados con la presidencia de Juan José Jeannoteguy, Eleuterio Llanos, Luis Rosli, Pedro Loré, Cesar Sanmartín, Omar Fernández, Jorge Contín, Juan Carlos Cardinale y actualmente Mario Dimaro.
Muchos hombres y mujeres participaron y participan activamente de la Cámara Económica Mercedina. Con el trabajo colectivo se puede obtener resultados perdurables. “Este año recordamos a quienes iniciaron la Cámara Económica y construyeron las bases para que hoy continuemos trabajando los socios y la comisión directiva. Mantenemos ese compromiso de trabajar por los comercios y la industria de la ciudad. En estos momentos difíciles, la asociatividad es un pilar necesario que nosotros buscamos fortalecer”, resaltó el actual presidente de la CEM.
Es así que a todos los que hicieron posible la formación de la Cámara Económica, Dimaro agradeció y destacó los objetivos de la institución con el sector productivo; creando un ámbito de intercambio enriquecedor entre los socios, la institución y el mercado, siguiendo principios éticos y socialmente responsables.